Kate Warne: la primera mujer detective
Fue contratada por la Agencia Pinkerton y salvó a Abraham Lincoln de un atentado.
En el siglo XIX, eran pocas las oportunidades en las que una mujer podía desarrollar un oficio sin que nadie levantara una ceja de estupefacción. Sin duda, como agente de seguridad nadie podía siquiera imaginar a una mujer. Así que Kate Warne no solo rompió los moldes sociales de la época, sino que realizó su trabajo con una eficacia sobresaliente.
Cuidado con el pasado
La Historia tiene un asunto pendiente con el pasado de las mujeres. Aunque cada vez contamos con más esfuerzos por rescatar la otra mitad que nos falta de la historia, los historiadores aún tenemos un largo camino por recorrer. Sin embargo, hay mujeres que, por sus circunstancias, posición social o actos que llevaron a cabo, ha sido imposible que pasaran desapercibidas. Una de ellas es Kate Warne, la primera mujer detective en la historia de los Estados Unidos.
Cierto es que debemos estar advertidos de un problema a la hora de hablar de nuestra protagonista. Un problema que se extiende en gran medida a toda investigación del pasado de las mujeres: la falta de fuentes. Y en este caso, además de pocas fuentes, las que tenemos no es que sean del todo fiable. La biografía más amplia de Kate Warne fue escrita por su jefe, Allan Pinkerton, quien no dudó en mandar escribir novelas e inventar historias para engrandecer la fama de su agencia de detectives. Por si fuera poco, estamos hablando de los orígenes de Estados Unidos y, como en todo nacimiento de una nación, hay mito y leyenda. Con todo, esta precaución no quita ni un ápice de épica a la historia de Kate Warne.
¿Una mujer detective?
Apenas tenemos información sobre Angie M. Warne, conocida como Kate Warne, antes de empezar a trabajar como detective. Sabemos que nació en 1833 en Erin, un pueblo del condado de Chemung, Nueva York. Y poco más. Para seguir su rastro nos tenemos que trasladar hasta 1856.
Allan Pinkerton había fundado en Chicago la primera agencia de detectives privados de la historia. Sus métodos innovadores resultaron eficaces para atrapar delincuentes, así que no hacía más que aumentar su carga de trabajo. Pinkerton puso un anuncio en la prensa buscando personal para su agencia. A sus 23 años, Kate Warne era una mujer viuda que se presentó en la Agencia Pinkerton para pedir trabajo. No desdeñaron la posibilidad de que fuese útil como administrativa para el papeleo y, si no era el caso, al menos vendría bien como limpiadora. Kate Warne no quería ninguno de esos puestos. Kate Warne estaba pidiendo trabajo como detective. La Agencia Pinkerton había contratado a una amplia variedad de perfiles con tal de tener efectivos que pudieran infiltrarse en cualquier tipo de ambiente. Pero ¿una mujer detective? ¿Qué locura era aquella? Kate, sin embargo, lo veía claro:
"Las mujeres son las que menos sospechas acarrean y las que consiguen que los hombres hablen más de la cuenta".
A Pinkerton le convenció este punto de vista y la contrató. Kate Warne se convirtió así en la primera mujer detective y no tardó en demostrar talento para el oficio. En Alabama logró ganarse la amistad de la esposa del señor Nathan Maroney, sospechoso de haber robado 50 000 dólares de la empresa para la que trabajaba, la Adams Express Company. Warne logró reunir información suficiente hasta dar con el lugar donde se había escondido el dinero robado. Según las noticias del momento, la compañía recuperó la mayoría.
Pero el caso por el que será recordada para siempre tuvo un protagonista a la altura de las grandes historias: Abraham Lincoln.

Kate Warne, fotografía
Una Sherlock Holmes para el presidente Lincoln
Existían ciertos rumores y sospechas acerca de un posible ataque contra Abraham Lincoln, que a finales de 1860 fue elegido como decimosexto presidente de los Estados Unidos. Pinkerton y sus agentes ya habían capturado a varios ladrones y frustrado asaltos a trenes, por lo que la reputación de su agencia era muy buena en el sector. Samuel Felton, presidente de la compañía de ferrocarriles del este, contrató los servicios de Pinkerton para que se encargaran de proteger a Lincoln de estas amenazas antes de que realizara su viaje hasta Washington para tomar posesión oficial de su cargo.
Kate Warne fue enviada a Baltimore y, bajo el seudónimo de Mrs. Cherry, se disfrazó y adaptó su acento para codearse con los cabecillas de los estados esclavistas. En solo dos semanas descubrió cómo, cuándo y dónde pensaban acabar con la vida de Abraham Lincoln.
Durante el viaje del flamante presidente, el trayecto delicado era el que transcurría por el estado de Maryland, justo antes de llegar a Washington. Kate hizo viajar a Lincoln de noche. Ambos se disfrazaron, Kate se hizo pasar por hermana de Lincoln y ocuparon un vagón con cuatro camas, bajo el pretexto de que dormirían con un hermano enfermo que necesitaba privacidad, para evitar cualquier molestia e intrusión. Abraham Lincoln llegó sano y salvo a su destino.
Un hecho histórico de película
Se cuenta que Kate permaneció toda la noche despierta junto a Lincoln y de esta hazaña nació el famoso logo de la Agencia Pinkerton: un ojo con el lema “We Never Sleep” (“Nunca dormimos”). La protección del presidente por parte de Kate recuerda a muchas películas de Hollywood en las que el gobernador de la Casa Blanca se ve envuelto en una situación de peligro y el héroe de turno tiene que rescatarlo. En este caso real, fue una heroína y su aventura también será llevada la gran pantalla. Dwayne Johnson, “La Roca”, es el productor de una película que se estrenará próximamente y que tendrá a Emily Blunt en el papel de Kate Warne.
La Agencia Pinkerton sigue en activo hoy día. El logo sigue siendo un ojo, aunque en una versión actualizada. Y entre sus servicios se sigue prestando protección durante los viajes. Kate Warne siguió trabajando para Pinkerton, se infiltro en la Guerra de Secesión americana y acabó enseñando a otras mujeres contratadas para el cuerpo de detectives. Murió en 1868, a sus 35 años, debido a una neumonía. Pinkerton la hizo enterrar en su parcela familiar del cementerio Graceland de Chicago. De ella escribió que era:
"La mejor entre las mejores, dominante, clara, de rasgos expresivos (...) Esbelta, de pelo castaño, graciosa en sus movimientos y dueña de sí misma. Sus rasgos, aunque no se les hubiera podido llamar bellos, tenían un arrojo decididamente intelectual. Su cara era honesta, por lo que cualquiera que se encontrase en problemas la elegía instintivamente como confidente".
Referencias:
Doval, G. 2010. Breve Historia del Salvaje Oeste. Pistoleros y forajidos. Nowtilus.
Gómez Ruiz, L. 2020. ¿Quién fue la mujer que salvó la vida a Lincoln? lavanguardia.com.
Romo, L. F. 2021. La curiosa historia de la primera mujer detective, una joven viuda de 23 años. elmundo.es.