¿Quiénes fueron los francotiradores más letales de la historia?
El término “francotirador” tiene un origen bastante particular, y por qué no decirlo, llamativo. No obstante, si por algo son conocidos, es por su precisión y letalidad en el campo de batalla.
Este tipo de soldados, caracterizados por usar un fusil a larga distancia, camuflándose habitualmente, para abatir objetivos concretos, ya existían desde tiempo atrás, aunque el término francotirador parece tener su origen durante la llamada "guerra francoprusiana" que se desarrolló entre los años 1870 y 1871, y en la que salió triunfadora Prusia, reino que muy poquito tiempo después se transformaría en el Imperio Alemán (momento que marca el nacimiento de Alemania como nación).
Y es que fue durante ese conflicto cuando el ejército francés, para enfrentarse a las tropas lideradas por Otto Von Bismarck, ordenó la creación de una unidad de fusileros de larga distancia que fueron denominados como “franc tireurs”, es decir, tiradores francos, haciendo referencia a su, entre comillas, libertad de acción y movimiento a la hora de atacar y eliminar objetivos. No obstante, en otros idiomas, como el inglés, la forma de denominarlos no tiene nada que ver. Es más, en ese idioma concretamente se les conoce como “snipers”. Y es que el origen en este caso, es mucho más curioso que el anterior, ya que “sniper” hacía referencia a una especie de ave, la agachadiza común, que en inglés es conocida como snipe. Un pájaro escurridizo y con un vuelo particularmente extraño que era particularmente complicado de derribar. De ahí que los cazadores que conseguían alcanzarle comenzasen a ser llamados así como forma de reconocer su enorme destreza como tales.
Fue precisamente en la Primera Guerra Mundial cuando los duelos entre francotiradores se generalizaron. Es más, durante los primeros meses de conflicto, que convirtió las trincheras en uno de los símbolos más representativos, los tiradores del bando alemán causaron gran cantidad de bajas en las filas francesas, británicas y rusas. Tantas, que el gobierno inglés tomó la decisión de crear una escuela específica de francotiradores para formar en esta destreza a soldados de diferentes nacionalidades que combatirían después en el frente occidental.
De hecho, en ella se les enseñaba a manejar numerosos modelos de armas, así como diferentes técnicas de camuflaje y sigilo, elementos cada vez más importantes en los campos de batalla. Y es que como has dicho antes, fue también en la Gran Guerra, donde empezaron a hacerse especialmente famosos algunos francotiradores por su gran eficacia y letalidad, como es el caso del australiano Billy Sing o el turco Abdul, apodado “el terrible”, que durante la batalla de Gallipoli acumularon varios centenares de víctimas mortales.
No obstante, en el conflicto donde estos adquirieron una fama tal, que los convirtió incluso en símbolos nacionales, fue durante la Segunda Guerra Mundial. Es este caso destaca la figura de Simo Hayha, considerado como el francotirador más letal de todos los tiempos. De hecho, las acciones en el campo de batalla de este pequeño finlandés (literal lo de pequeño, media 1.52), le hicieron especialmente temido entre las filas de la Unión Soviética, que acabaron apodándolo como “la muerte blanca”. Ya que durante apenas tres meses de servicio durante la invasión soviética de su país, este acabó con la vida de más de 500 enemigos, que se sepa, claro. Una cifra que no deja de ser realmente escalofriante.
Otro ejemplo de tirador letal fue el soviético Vasily Zaitsev, que ganó enorme popularidad por su puntería y la gran cantidad de bajas nazis, más de 200, que provocó durante la conocida batalla de Stalingrado, desarrollada entre finales de 1942 y principios de 1943. No obstante, hay que decir, que muchas de sus hazañas y logros militares fueron desvirtuados por la exagerada propaganda estalinista, que buscó mantener el ánimo y la moral entre las filas rusas. Un personaje cuya figura se ha visto engrandecida y más mitificada aún tras el estreno en 2001 de la película “Enemigo a las puertas”, donde Jude Law le ponía cara a su duelo con el oficial nazi Heinz Thorvald, interpretado por Ed Harris.
Sin embargo, a pesar de que la creencia popular asocie la figura de este tipo de soldados a hombres, lo cierto es que uno de los más mortíferos de todos los tiempos fue una mujer: Liudmila Pavlichenko. Y lo cierto es que esta tiradora, nacida en Ucrania, superó con creces las víctimas mortales de su compatriota Zaitsev. Ya que según cifras oficiales, en su haber, al terminar la guerra, se contabilizaron 309 bajas. No obstante, como en el caso anterior, es probable que las exageraciones de la propaganda estalinista engordasen los logros, entre comillas, de esta implacable francotiradora.
Referencias:
Hernández, J. (2015). Las 100 mejores anécdotas de la II Guerra Mundial. Rocabolsillo.
Fusi, J.P. (2015). El efecto Hitler. Una breve historia de la Segunda Guerra Mundial. Espasa Libros.
Villatoro, M.P. (2019). Duelo de francotiradores en la Segunda Guerra Mundial: la "destructora" rusa contra el nazi más letal. ABC.