La 'Lanza Sagrada': ¿Qué es y por qué está relacionada con los nazis?
A lo largo de la historia han existido infinidad de objetos y reliquias religiosas que han suscitado numerosas leyendas. Ese es el caso de la conocida como “lanza sagrada”, el arma que usó supuestamente un legionario romano llamado Cayo Casio Longino para acuchillar a Jesucristo en el costado tras ser crucificado y comprobar, que efectivamente, había fallecido. Sin embargo, ¿Qué relación tiene este legendario objeto con los nazis?
En primer lugar, y aunque resulte curioso, tenéis que saber que hoy en día se conservan no una, sino varias supuestas lanzas sagradas. Es el caso de la “lanza de Echmiatdzin”, la “lanza del Vaticano” y la “lanza Hofburg”. Siendo esta última la más famosa, por ser la que más se ha representado en comics y películas como Constantine o Hellboy, y lo más importante y llamativo, ser la que ha estado directamente relacionada con el líder nazi Adolf Hitler.
Lógicamente, que existan varias diferentes ya invita a desconfiar sobre su supuesta existencia y autenticidad, sin embargo, esto no es nada raro en el particular y atrayente universo de las reliquias religiosas. Pues desde la Edad Media, poseer una en tu templo o iglesia, como un hueso de un santo o un pedazo de algún objeto bíblico, era un reclamo realmente importante que atraía a muchos fieles y peregrinos al lugar, haciéndolo florecer, en muchos casos, social y económicamente.

Lanza sagrada Viena
Pero volviendo al caso que nos ocupa, la primera de ellas es la lanza de Antioquía o de Echmiadzin, llamada así por la localidad armenia donde reposa desde hace siglos. Esta es la que menos opciones ha tenido desde el principio para ser considerada como la auténtica por varios motivos, aunque el principal es que la punta de la misma no tiene absolutamente nada que ver en forma y tamaño con las que usaba el ejército romano en el siglo I. Además, en ella hay representada una cruz calada que, por las fechas de las que estamos hablando, tampoco coincide con su uso decorativo en las armas de los legionarios, pues conviene recordar que en estas fechas, precisamente el cristianismo era una fe perseguida y sus seguidores considerados proscritos dentro de las fronteras imperiales.
La segunda, que reposa actualmente dentro de la Basílica de San Pedro del Vaticano, es quizás la más “enigmática” porque apenas se saben detalles sobre ella y la imagen que tenemos actualmente de la misma responde a ilustraciones bastante antiguas y testimonios dados por personas que supuestamente, y recalco lo de supuestamente, la vieron de verdad, como por ejemplo el Papa Benedicto XIV. Y es que de esta versión sólo se conservaría su punta, que terminó partida en dos tras la caída de Jerusalén en manos musulmanas en el año 615. El caso es que una de las partes acabó en Francia, vendida por el emperador Balduino II al rey francés Luis IX en 1244, y la otra en el Vaticano en el año 1492, tras regalársela el sultán Beyazid II al Papa Inocencio III. El caso es que hoy sólo se conservaría la segunda, pues la que reposaba en la Saint Chapelle de París desapareció tras el estallido de la Revolución Francesa en 1789.

Nazis Austria Alemania
Y en tercer lugar, está la lanza Hofburg, con su característica banda de oro, y que también recibe el nombre de lanza sagrada de Viena. Esta es la más conocida de todas las que hoy se conservan, entre otros motivos, por haberse convertido en una auténtica obsesión para el mismísimo Adolf Hitler.
Las primeras referencias a ella las encontramos en torno al siglo X, durante el gobierno de Otón I. No obstante, este objeto vivió numerosas vicisitudes que la acabaron llevando a finales del siglo XVIII a territorios austriacos, concretamente a Viena. Lugar de donde la tomó prestada el dictador nazi tras la anexión de dicho país en 1938. De hecho, tras llevársela ordenó construir una cámara acorazada subterránea para protegerla. ¿Y por qué se tomó tantas molestias para conservarla? ¿Por qué le obsesionaba tanto tenerla en su poder?
Pues porque parece ser que éste creía en numerosos mitos y profecías religiosas así como en los supuestos poderes sobrenaturales que concedían objetos y reliquias cristianas como el Arca de la alianza o el Santo Grial, que como curiosidad, es mencionado en la ópera Parsifal de Wagner, el compositor preferido de Hitler. Por este motivo, la leyenda que rodeaba a esta lanza, le cautivó desde que la vio por primera vez en su Austria natal en 1923. Leyenda que decía que quien la poseyera se haría invencible en el campo de batalla y le ayudaría a dominar el mundo.
Afortunadamente, la leyenda no fue más que eso, una leyenda, ya que todos sabemos como terminó Hitler y cómo se resolvió la Segunda Guerra Mundial. Tras la derrota de Alemania, esta acabó en manos estadounidenses, que decidieron devolverla a Viena. Y es que lo último que se ha podido saber de ella es quizás lo más jugoso e importante. Ya que en 2003 se la sometió a diversos análisis que determinaron que la forja y creación de la misma se situó en torno al siglo VII d.C., descartando de esta forma su verdadera autenticidad.
Para concluir hay que decir que existe poca información y estudios a nivel académico sobre muchas de las lanzas, debido, entre otras cosas, a la negativa para analizarlas científicamente de las autoridades religiosas que las custodian. Un hecho que las ha convertido, como ya habéis podido comprobar, en objetos susceptibles de ser relacionados con diversas profecías y mitos de lo más variopinto.
Referencias:
Schier, V., Schleif C., (2009). The Holy Lance as Late Twentieth-century Subcultural Icon. Walnut Creek: Left Coast Press. 103–134.
Ueno, R. (2014). Recovering gold and Regalia: A Monuments Man Investigates. The Smithsonian Art Archives.