La invención de la radio
La radio revolucionó los sistemas de comunicación y la cultura de masas del siglo XX.
Diariamente escuchamos podcasts de historia, actualidad o cocina. Los audiolibros, tan populares en la década de los 80, han vuelto para amenizar los largos viajes en coche y en transporte público. Vencemos el tiempo de espera con listas de reproducción musical accesibles a través de los teléfonos móviles. Las nuevas tecnologías de comunicación han cambiado nuestra forma de consumir contenidos y han aportado, además, flexibilidad y variedad en nuestro menú cultural. Sin embargo, hay algo que se relaciona directamente con el pasado y que, a pesar de los años, se mantiene invariado: el placer de escuchar, un placer que nació con la invención de la radio.
La experimentación con las ondas electromagnéticas

Guglielmo Marconi
El nacimiento de la radio se relaciona con el desarrollo de las tecnologías del teléfono y del telégrafo. Los primeros experimentos con las ondas de radio se realizaron en el siglo XIX. Fue ahí cuando se descubrieron ondas electromagnéticas capaces de transmitir información a través del aire. Aunque Nikola Tesla patentó la tecnología inalámbrica y, en consecuencia, se considera el creador de la radio, fue el inventor Guglielmo Marconi quien dio con la clave tecnológica para aplicar las potencialidades de las ondas de radio a la vida cotidiana. Marconi demostró que las ondas de radio podían usarse con provecho para comunicar información y, en 1899, consiguió transmitir con éxito el primer mensaje radiado a través del Canal de la Mancha.
Nacía así la radiotelegrafía. Las ventajas que ofrecía este sistema de comunicación se pusieron de inmediato al servicio del ejército y de la marina. Se utilizó para agilizar la comunicación entre barcos durante la navegación, y también entre las naves y las autoridades de la costa, especialmente cuando era necesario prestar servicios de rescate en alta mar. Cuando el explorador Robert E. Peary alcanzó por primera vez el Polo norte durante sus exploraciones geográficas de 1909, pudo comunicar su hallazgo gracias al nuevo invento. Durante el trágico naufragio del Titanic en 1912, se lanzaron mensajes de alerta a través del radiotelégrafo.
Las primeras radiotransmisiones, sin embargo, se veían interrumpidas a menudo por interferencias que dificultaban la correcta comprensión del mensaje. El estadounidense Lee de Forest puso remedio a esto con la invención del audión, una válvula electrónica capaz de amplificar la señal de radio. Con esta mejora, la radio ya estaba preparada para ampliar su ámbito de acción y convertirse en un auténtico fenómeno de masas.
La radio para todos

Radio News
A partir de los años 20 del siglo XX, la introducción de alternadores y otras mejoras técnicas, como la invención de la FM por parte de Edwin Howard Armstrong, permitieron la emisión de mensajes de voz a larga distancia. En los Estados Unidos y Gran Bretaña nacieron así las primeras compañías de emisión de radio, como la Radio Corporation of America y la BBC. Fueron los inicios de la radiodifusión.
Su impacto social se ha comparado con el que tuvo la invención de la imprenta de Gutenberg en el siglo XV. La radio cambió la manera de informarse, de aprender y de socializar. La radio desempeñó una función esencial durante la Segunda Guerra Mundial a través de las radiocrónicas que informaban de la evolución del conflicto bélico. Fue, además, un instrumento político esencial que los distintos poderes nacionales utilizaron para articular y difundir programas propagandísticos. Los discursos de Benito Mussolini y Adolf Hitler, de Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill llegaron a la población con rapidez y eficacia a través de las ondas.
La radio también modificó las formas de entretenimiento gracias a las radioficciones, los concursos y la transmisión de piezas musicales, e influyó en los hábitos de consumo de la población a través de las cuñas publicitarias. Ofreció un medio de formación y educación continua para la población desde sus primeras fases. Ya en la década de los 20, la BBC proponía contenidos específicamente creados para niños.
La reducción progresiva del tamaño de los aparatos de radio y la producción de modelos portátiles hicieron que cualquiera pudiese escuchar música, partidos de fútbol o noticias en cualquier lugar. Fue un instrumento de encuentro que fomentó la socialización, el intercambio de opiniones y la diversidad a través de las radios libres y las emisoras piratas. Sin la radio, nuestro presente sería bien distinto.
Referencia: Jean-Luc Hees (2021), Ces ondes merveilleuses... La radio a 100 ans. París: Éditions Baker Street. EAN: 9782917559642