El Libro del caballero Zifar, una novela de caballerías
El Libro del caballero Zifar se considera la primera novela en castellano y rebosa aventuras.
Luchas enfurecidas, criaturas imposibles y aventuras en reinos exóticos o imaginarios: desde El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien hasta La rueda del tiempo de Robert Jordan y Canción de hielo y fuego, de G. R. R. Martin, el género de capa y espada y las sagas literarias de fantasía tienen sus antecedentes directos en los cantares de gesta y las novelas de caballería. Perceval, Gawain contra el caballero verde o Lancelot fueron los protagonistas de narraciones que reflexionaban, entre las andanzas y peripecias de sus héroes, sobre el honor, la lealtad o la traición.
En la Península Ibérica también se crearon versiones propias de estas épicas medievales, como ilustra el Libro del caballero Zifar. Compuesto a mediados del siglo XIV, se considera la primera novela escrita en español. El texto se conoce a través de una lujosa versión iluminada, conservada en la actualidad en París, que cuenta con más de 240 imágenes, y que Enrique IV de Castilla mandó copiar para incluirla en su biblioteca personal. También se conoce un manuscrito preservado en la Biblioteca Nacional de Madrid y una edición que se imprimió en Sevilla en 1512.
Se encuadra dentro de las narraciones de aventuras y caballerías que proliferarían posteriormente y que darían frutos como Tirant Lo Blanch y Amadís de Gaula. Aunque se desconoce su autoría, se sospecha que Ferrand Díaz podría haber sido el responsable de su redacción.
Las aventuras de un noble en decadencia

Caballero Zifar
El Libro del caballero Zifar narra el periplo que lleva al noble señor y a su familia, oriundos del reino de Tarta, lejos de su hogar. Según cuenta el texto, todos sus caballos mueren y no importa que el caballero los reemplace cada poco: el destino de la montura es siempre el mismo. Este extraño evento se toma como castigo por los hechos reprobables que llevaron a cabo los antepasados de la familia, pues ¿qué es un caballero sin caballo?
Alejado ya del reino, Zifar emprende un viaje del héroe que le permitirá progresar tanto en lo espiritual como en lo material. Encarna al prototipo del caballero andante que busca vivir peripecias, como lo será también, desde una perspectiva satírica, el Don Quijote de Miguel de Cervantes. Deberá superar una serie de pruebas y aventuras que verifiquen su valía como noble y caballero. Son los hechos y las obras, por tanto, los únicos recursos de los que dispone Zifar para restituir el honor perdido.
La novela cuenta con dos grandes secciones narrativas. La primera tiene como protagonista al propio Zifar, mientras la segunda se centra en su hijo Roboán. A lo largo de sus páginas, se producen enfrentamientos y campañas militares. Los piratas raptan a Grima, la esposa de Zifar y, tras mil peripecias, Zifar es finalmente coronado monarca del reino de Mentón. Consigue, de este modo, recuperar las dignidades y fortunas perdidas. El Libro del caballero Zifar contiene, además, elementos fantásticos y maravillosos, como la historiade amor entre el conde Nasón y la malvada hada de las aguas.
Peripecias moralizantes

Caballero Zifar
El Libro del caballero Zifar no es solo una historia de eventos prodigiosas y hazañas caballerescas: también funciona a modo de manual del buen comportamiento. Zifar ejemplifica al buen cristiano que busca el amparo de la fe y acepta los designios divinos. En la obra, Zifar expone a sus hijos Garfín y Roboán las cualidades que ha de tener el buen rey y los principios por los que debe regirse que, en este caso, están muy ligados a la iglesia cristiana.
La obra, por tanto, también se relaciona con un subgénero muy popular en las cortes de la Europa medieval: el de los espejos de príncipes. Estos textos didácticos tenían como función educar a nobles y figuras de poder en el arte del gobierno. Eran esenciales en la formación del buen rey, que tenía en las figuras bíblicas de David y Salomón una imagen del monarca ejemplar. El soberano ideal debía impartir justicia en el reino y disponer de las dotes militares necesarias para defenderlo frente a los enemigos. Un ejemplo de espejo para príncipe producido en la península lo constituye el Libro de los doze sabios, realizado a petición de Fernando III.
En el Libro del caballero Zifar, las hazañas que viven los protagonistas tienen una función moralizante, de enseñanza para las generaciones futuras. Su comportamiento y el de sus antagonistas ilustran las características positivas y deseables, mientras señalan aquellas que se consideraban inapropiadas. Así, al tiempo que se disfrutaba de una narración aventurera y maravillosa, se aprendía la guía de conducta del buen administrador.