El impostor más famoso de la historia de la literatura
Se hizo pasar por un joven secuestrado en una remota isla. Su relato vendió miles de copias. Y, finalmente, lo destruyó.
En 1704, salió a la venta un libro con el tentador título de Una descripción histórica y geográfica de Formosa. Su autor, George Psalmanazar, afirmaba ser originario de dicha isla (actual Taiwán), una quemuy pocos europeos habían visitado.
El libro se vendió bien, tanto que se publicó una segunda edición y fue traducida al alemán, al holandés y al francés. Durante varios años el libro le trajo un notable éxito a Psalmanazar ya que llenaba un vacío de conocimiento y exotismo muy de modo en la Europa del siglo XVIII.
En su obra Psalmanazar no solo describía con ilustraciones a los habitantes de la isla según sus clases y comentaba las reglas gramaticales del idioma local. También daba detalles muy atractivos. Por ejemplo las creencias religiosas del pueblo de Formosa se basaban en una deidad a la que cada año se le debíanofrecer en sacrificio 18.000 niños, los primogénitos para más datos. Los formoseños de alta cuna, y el autor asegura serlo, son blancos, ya que los veranos los pasan bajo tierra, en cuevas subterráneas y se bañan con agua destilada.
Psalmanazar también relata que las mujeres “cuando llegan a los 18 años, son aquejadas por una dolencia que las torna melancólicas y destruye su apetito para todo excepto para el Groutacho o matrimonio”. La sociedad castiga el adulterio y promueven la poligamia. Relata también la existencia de árboles cuyos frutos crecen hacia arriba, que los habitantes de Formosa comen carne cruda (en la segunda edición se habla de canibalismo) y que han sido capaces de domesticar elefantes (no tan raro), rinocerontes (bastante extraño) y caballitos de mar (¿con qué objetivo?).
La marina de Formosa cuenta con navesque son una cruza de poner la Giralda en un bote a remos. También cuentan con espadas capaces de cortar árboles y dagas que producen heridas incurables. Y así continúan las fabulosas historias del autor que podrían haber servido de inspiración para Jonathan Swift, contemporáneo de este impostor, porque luego se supo que Psalmanazar era un fraude.
Nacido en Francia, a los 19 años se hizo con reliquias de diferentes iglesias, robó un abrigo de peregrino y se presentó como un irlandés en camino a Roma. Fueron muy pocos los que le creyeron y apenas si ganaba para subsistir, hasta que sus tutores jesuitas le hicieron ver que sería más rentable presentarse como alguien exótico. Allí nació Psalmanazar, inspirado en el bíblico Salmanasar V. El resto es historia. O fraude, uno que duró unos 5 años, le aportó dinero, reconocimiento, amigos famosos, mujeres y, finalmente, la risas, el desprecio y el olvido.
Cuando se supo que todo era mentira, Psalmanazar trabajó como traductor, en el ejército y vivió sus últimos años gracias a una donación de un admirador. De forma póstuma se publica su autobiografía: Memorias de ** **, comúnmente conocido con el nombre de George Psalmanazar; un reputado nativo de Formosa. Lo más llamativo es que en ningún momento su autor menciona su nombre verdadero. De modo que todo lo que se sabe de él… podría ser su último fraude.
En su testamento George Psalmanazar pidió ser enterrado en una tumba común, sin ceremonias y sin ataúd, para que la tierra se lo tragara sin dejar rastros.