Denisovanos y neandertales: nuestros hermanos de sangre
Un nuevo estudio permite señalar con mayor certeza el origen de ambas subespecies de humanos arcaicos
Los neandertales y los denisovanos eran humanos antiguos que vivieron en Eurasia, desde Europa occidental hasta Siberia, entre 300.000 y 40.000 años atrás. Hasta ahora, los estudios realizadas en ambas especies o subespecies de humanos arcaicos se ha centrado en secuencias de ADN, lo que ha permitido ampliar nuestro conocimiento sobre ellos. Sin embargo los tipos de sangre de estos antiguos individuos han recibido poca atención.
Ahora, un nuevo estudio publicado en Plos One, ha demostrado que la sangre también es una fuente importante de conocimientos. Un equipo liderado por Silvana Condemi del Centre National de la Research Scientifique (CNRS) ha realizado un análisis de los tipos de sangre de un denisovano y de tres neandertales y ha descubierto nuevas pistas sobre la historia evolutiva, la salud y las vulnerabilidades de sus poblaciones.
En el nuevo estudio, Condemi analizó el genoma de estos 4 primos evolutivos de los humanos para determinar sus tipos de sangre y analizar las implicaciones resultantes. Si bien existen 43 sistemas diferentes para asignar tipos de sangre, los investigadores se centraron en siete de ellos, los que se utilizan más a menudo en entornos médicos para transfusiones de sangre.
Este análisis de los tipos de sangre de los cuatro individuos reveló, por ejemplo que los individuos tenían alelos de tipo sanguíneo (diferentes versiones del mismo gen) en combinaciones que son consistentes con la idea de que neandertales y denisovanos se originaron en África.
El análisis del sistema también sugirió un riesgo de enfermedadhemolítica entre los neandertales y reveló mestizaje, cuyos rastros podrían encontrarse en humanos modernos de Australia y Papua Nueva Guinea. En tres de los individuos, la presencia de un alelo "no secretor", asociado con la protección contra ciertos virus, sugiere una presión selectiva ejercida por este último.
Además, un vínculo genético distintivo entre los tipos de sangre de los neandertales y los tipos de sangre de un aborigen australiano y un indígena de Papúa sugiere la posibilidad de apareamiento entre los neandertales y los humanos modernos antes de que los humanos modernos migraran al sudeste asiático.
Los individuos neandertales también tenían alelos de tipo sanguíneo asociados con una mayor vulnerabilidad a las enfermedades que afectan a los fetos y recién nacidos, así como una variabilidad reducida de muchos alelos en comparación con los humanos modernos. Este patrón coincide con la evidencia existente que vincula la baja diversidad genética y el bajo éxito reproductivo con la eventual desaparición de los neandertales.En general, estos hallazgos destacan la relevancia de los tipos de sangre para comprender la historia evolutiva de los seres humanos.
“Esta investigación – señalan los autores – identifica los sistemas de grupos sanguíneos en los neandertales y los denisovanos para comprender mejor su historia evolutiva y consolidar las hipótesis sobre su dispersión en Eurasia y su interacción con los primeros Homo sapiens. Los resultados del análisis del sistema de grupos de neandertales y denisovanos confirman su origen africano, así como la debilidad en su fertilidad y susceptibilidad a la infección por virus, lo que lleva a una alta tasa de mortalidad infantil”.