Así fue la primera guerra de la humanidad
Un antiguo campo de batalla en Sudán fue el escenario, hace 13.000 años, de una serie de episodios violentos.
Un nuevo análisis de los esqueletos de 13.000 años de antigüedad que se conservan en el Museo Británico de Londres (Reino Unido) apunta a que la violencia prehistórica en el borde del desierto del Sáhara, que se cree que es la guerra racial más antigua de la humanidad de la que se tiene constancia, fue en realidad, una serie de conflictos.
El trauma presente en los restos encontrados en el cementerio de Jebel Sahaba, en Sudán, indica que los humanos de la época lucharon y sobrevivieron a varios asaltos violentos, en lugar de luchar en un único evento fatal como se pensaba anteriormente. El cementerio, descubierto en 1965 en la orilla este del Nilo, contenía al menos 61 personas que se remontaban al año 11.000 a.C., de las que, aproximadamente, la mitad habrían fallecido a causa de las heridas infligidas.
La evidencia más temprana de una guerra entre humanos
Este descubrimiento puede ayudarnos a comprender la prehistoria de la violencia antes del origen de la agricultura.
El yacimiento de Jebel Sahaba es uno de los primeros sitios que muestra signos de conflicto masivo y evidencia que, a raíz de que los humanos decidieran volverse sedentarios y establecerse en un lugar para cultivar la Tierra (hace unos 12.000 años), la violencia comenzó a emerger entre las comunidades.
Los restos del cementerio fueron exhumados por primera vez en la década de 1960, y una vez que quedó claro que 20 de los esqueletos presentaban heridas, se sugirió que habían pertenecido a personas que habían muerto durante una guerra. El nuevo examen contradice esta teoría.
Los investigadores identificaron más de 100 lesiones óseas curadas y no curadas no documentadas anteriormente e indican que estas personas pre-agrícolas sobrevivieron a varios casos de violencia durante sus vidas. Es más probable que murieran durante la violencia esporádica y recurrente que tuvo lugar durante varios años y probablemente fue provocada por cambios climáticos y ambientales importantes durante el período, apuntan los autores.
La comunidad habría estado formada por cazadores, pescadores y recolectores, donde tanto hombres, mujeres como niños, se vieron afectados de manera indiscriminada por estos conflictos.
"La única diferencia está relacionada con lo que podría ser un combate cuerpo a cuerpo. Las mujeres tienen más fracturas de parada del antebrazo y los hombres más fracturas de la mano. En un evento de combate cuerpo a cuerpo, las mujeres podrían intentar protegerse más instintivamente (con los brazos) mientras que los hombres podrían pelear más con sus manos ", explica Isabelle Crevecoeur, investigadora del Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS) y la Universidad de Burdeos.
Entre las heridas y traumas pudieron distinguir entre lesiones por proyectiles (de flechas o lanzas), traumatismos (de combate cuerpo a cuerpo) y rastros asociados a la descomposición natural. Al menos la mitad de las lesiones fueron identificadas como heridas punzantes, causadas por proyectiles como lanzas y flechas, lo que apoya la teoría de que ocurrieron cuando grupos atacaron a distancia, más que durante conflictos domésticos.
Probablemente hubo ataques deliberados, esporádicos y recurrentes entre diferentes grupos culturales entre estos cazadores-pescadores-recolectores, exponen los investigadores.
También pudieron fechar con precisión los esqueletos con al menos 13.400 años de antigüedad a través de la datación por radiocarbono, lo que lo convierte en el cementerio más antiguo conocido y en el ejemplo de violencia interpersonal en el mundo.
La lucha probablemente estalló debido al desastre ambiental de la Edad de Hielo, que hizo que los atacantes y las víctimas vivieran juntos en un área más pequeña, sugirieron los expertos anteriormente. La competencia por los alimentos podría haber sido la razón de la violencia, al tener menos lugares donde pescar y donde vivir tras haber provocado los glaciares de la Edad de Hielo que el clima de Egipto y Sudán se volviera frío y árido (lo que obligó a más personas a vivir cerca del río Nilo).
Referencia: Crevecoeur, I., Dias-Meirinho, MH., Zazzo, A. et al. New insights on interpersonal violence in the Late Pleistocene based on the Nile valley cemetery of Jebel Sahaba. Sci Rep 11, 9991 (2021). https://doi.org/10.1038/s41598-021-89386-y