El pirata que se hizo famoso por abordar un buque para robar sombreros
Su segundo al mando era un, todavía desconocido, Edward Teach, más tarde Barbanegra
Henry Morgan, Calico Jack, el Capitán Kid, Barbanegra, Bartholomew Roberts…todos ellos vivieron en la época dorada de los piratas, un periodo de menos de 100 años, entre 1650 y 1730, en el que los mares del planeta determinaron la historia política y económica del globo. Piratas ingleses y franceses recorrían, principalmente el Caribe, atacando las colonias y los barcos mercantes.
Pero uno de los más famosos fue Benjamin Hornigold, quien comenzó su breve pero prolífica carrera pirata en el invierno de 1713, con 33 años. Lo sorprendente, para alguien de quien no se sabe casi nada hasta esa fecha, es que lograra escalar tan rápido en el mundo bucanero. Se inició como saqueador de poca (muy poca) monta, usando pequeñas piraguas y canoas con vela para acosar barcos en las costas de Bahamas. Comandaba apenas una docena de hombres con un armamento más bien básico, pero muy pronto aumentó su influencia y creó una República Pirata para sus secuaces: una zona franca para que piratas, bucaneros y corsarios se sintieran a gusto y seguros.
Unos años más tarde, en 1717, ya estaba al mando de un velero de 30 cañones llamado Ranger, que llegó a ser el más fuertemente armado de las Bahamas. Bajo sus órdenes tenía a unos 350 hombres y llegó a tener tres naves. Fue en aquella época cuando su segundo al mando era nada más y nada menos que Edward Thatch, más tarde conocido como Barbanegra. Entre ambos organizaron redadas minuciosamente planificadas y ese año se apoderaron de tres barcos mercantes, uno español que transportaba 120 barriles de harina, uno con un cargamento de ron y el tercero, proveniente de la isla Madeira, con vino. Sus éxitos fueron tales que diferentes gobernadores de la región enviaron buques fuertemente armados para capturarlo…o lo que surgiera y ninguno tuvo un buen final.
Pese a sus logros en el mundo bucanero, Hornigold siempre fue muy cuidadose en la selección de sus blancos y jamás atacaba a uno de bandera británica…algo que no le gustaba a todos los hombres a su cargo. Así llegó un momento en el que sus subordinados pensaron que estaban mejor sin él y se amotinaron: lo destituyeron del poder y lo dejaron en una isla con unos pocos hombres leales. Uno de los insubordinados fue Samuel Bellamy, más tarde conocido como el pirata más rico de la época.
Todo esto hizo que Hornigold pensara sobre su futuro y cuando le llegó la noticia de un indulto del rey Jorge I para aquellos piratas que se entregaran a las autoridades locales, Hornigold no se lo pensó mucho y se rindió. Al poco tiempo empezó a trabajar como cazador de piratas, aunque en los dos años que desempeño esta tarea, no logró capturar a ninguno de sus antiguos compañeros de armas.
Pero lo que de verdad hizo que Hornigold ocupara un puesto en la historia y definiera el carácter pirata fue lo ocurrido en 1717 frente a las costas de Honduras. Después de una noche particularmente pirata, por llamarla de algún modo, en la que el ron y otras bebidas corrieron en abundancia, Hornigold y sus hombres atacaron a un navío y lo abordaron ante el terror de los pasajeros y la tripulación. Pero la conducta de los piratas habría sido ejemplar. De acuerdo con el relato de uno de los pasajeros "no nos hicieron más daño que quitarnos la mayor parte de nuestros sombreros ya que la noche anterior se habían emborrachado y habían lanzado los suyos por la borda”.
Hornigold murió dos años después, en 1719, en algún lugar del Caribe, cuando su barco chocó con un arrecife durante una tormenta. Su era dorada duró muy poco tiempo.