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El deshielo en Noruega expone una ruta comercial oculta y reliquias vikingas

El camino hallado gracias al deshielo de la zona comunicaba los pastos de alta montaña con el valle y fue utilizado desde el siglo IV hasta mediados del XV.

En 2011, el hallazgo de una túnica de lana del siglo III en los cada vez más derretidos hielos la montaña Lomseggen (Noruega) llamó la atención del arqueólogo Lars Piloe. Él y un equipo de investigadores se dieron cuenta que el deshielo acelerado provocado por el calentamiento global y las altas temperaturas en verano estaba dejando al descubierto más de un millar de objetos antiguos de la Era vikinga se habían conservado casi intactos en el hielo durante siglos. Tras estudiarlos y realizar una datación por radiocarbono, el equipo ha publicado sus conclusiones y señalan la existencia de una ruta comercial hasta ahora desconocida.
Entre 2011 y 2015, Lars Piloe y sus compañeros se dedicaron a recoger decenas de artefactos antiguos encontrados en las montañas Jotunheimen, concretamente en el parche de hielo conocido como Lendbreen. A diferencia de los glaciares, los parches de hielo no se mueven por lo que los objetos que contienen en su interior quedan  preservados y protegidos y sin apenas sufrir ningún tipo de deterioro. La mayoría de los objetos hallados datan de la Edad de Bronce (1750 a.C. – 300 d.C.) y entre ellos se destacan piezas de calzado, herraduras, raquetas para la nieve, trineos, batidores, cuchillos, agujas, equipo de caza y toda clase de herramientas. Se desconoce la naturaleza y utilidad de algunos de ellos ya sea porque están rotos o porque su forma no aclara para qué podrían haber sido empleados.
Parche de hielo Lendbreen  con los puntos donde se hallaron artefactos marcados. Imagen: secretsoftheice.com

Parche de hielo LendbreenParche de hielo Lendbreen con los puntos donde se hallaron artefactos marcados. Imagen: secretsoftheice.com

¿Una “ruta de la seda” vikinga?

Además de todos estos objetos, los investigadores encontraron docenas de rocas apiladas formando montículos y marcando un camino desde el valle hasta la cresta de la montaña cercana, donde hallaron los pilares de lo que parece un antiguo refugio. “Nos dimos cuenta de que se trataba de un paso de montaña” que comunicaba la zona del valle próxima al río Otta con los pastos de alta montaña, explica Piloe en su trabajo. “Es la primera vez que tenemos un lugar así en el norte de Europa”.
Se sabe que la sociedad solía trasladar sus bienes y recursos estacionalmente ya fuera para conservarlos mejor o para su comercio. En primavera, por ejemplo, el ganado se llevaba a los pastos de alta montaña y con la llegada del otoño se volvía con forraje, mantequilla, pieles y cuernos de renos. Un aumento en la población a principios del siglo XI podría haber llevado a los vikingos de entonces a ocupar nuevas tierras de difícil acceso que hubieran requerido este tipo de rutas y caminos entre las montañas y los valles por motivos comerciales. La Era vikinga se caracteriza precisamente por los constantes viajes de los nórdicos hacia nuevas costas tanto para el pillaje como para el comercio y la ruta de Lendbreen podría haber actuado como una especie de ferry para el transporte de mercancías durante muchos años.
Bastón de apoyo hallado en la ruta tras el deshielo. Imagen: secretsoftheice.com

Bastón vikingoBastón de apoyo hallado en la ruta tras el deshielo. Imagen: secretsoftheice.com

Esta hipótesis se ve reforzada con el hallazgo de los artefactos, explicándose la alta concentración de objetos de uso cotidiano y para el transporte así como dando pistas de la evolución de la ruta. Mientras que los restos más antiguos parecen responder a una necesidad más próxima a la caza que al comercio (flechas, arcos, cuchillos), a partir del siglo IV la situación cambia y la zona pasa a ser una ruta comercial que encontraría su momento de máximo esplendor alrededor del 1000 d.C., ya en la Era vikinga. El número de objetos que se han hallado del siglo XV e inmediatamente posteriores es mucho menor, coincidiendo con la llegada de la peste negra a Noruega. El efecto de esta plaga, que mató a cerca de la mitad de la población del país, y la caída de las temperaturas en la conocida como pequeña Edad de hielo supusieron un duro golpe a la economía y el comercio noruego, llevando a esta ruta al abandono y el olvido por más de medio milenio.
Referencia: Lars Pilø (a1), Espen Finstad (a1) and James H. Barrett. Crossing the ice: an Iron Age to medieval mountain pass at Lendbreen, Norway. Cambridge University Press (2020). DOI: https://doi.org/10.15184/aqy.2020.2

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