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Camilo Torres, el cura guerrillero

El clérigo colombiano defendió la lucha contra las injusticias sociales a lo largo de toda su vida y acabó por acercarse al ideal marxista que le haría unirse a una guerrilla del ELN.

¿Cómo acaba un cura sin experiencia militar abandonando la sotana y luchando en las montañas como un guerrillero más? Por sorprendente que pueda sonar, eso fue lo que hizo Camilo Torres Restrepo. En su momento, Torres fue el equivalente colombiano de Ernesto Che Guevara. Ambos eran personajes carismáticos, líderes natos y hombres formados que pasaron a la historia por su empeño en defender sus convicciones hasta las últimas consecuencias. A pesar de que la historia del padre Camilo no alcanzó la fama del Che tras su muerte, su nombre sigue siendo recordado con cariño en su Colombia natal.

Burgués llamado por la fe

Hijo de un prestigioso pediatra, Camilo Torres nació en una buena familia que le proporcionó una esmerada educación y le aseguró no solo sus estudios superiores, sino también tuvo la oportunidad de viajar por Europa y conocer otras formas de pensar. Por motivos de trabajo, la familia se trasladó temporalmente a Ginebra cuando Camilo era prácticamente un bebé y aprendió al mismo tiempo castellano y francés. Al regresar a Colombia en 1934, sus padres se separaron y él se marchó con su madre en una finca a las afueras de Bogotá donde entró en contacto con el mundo rural y la situación de las clases trabajadoras. En 1947 entró a estudiar Derecho pero ese mismo año conoció a dos promotores dominicos que acabaron por convencerle de que su destino estaba ligado al mundo clerical.
Sus padres se opusieron a la idea pero acabaron por permitirle ingresar en el Seminario Conciliar de Bogotá, en una de las mejores zonas de la capital. Torres fue ordenado sacerdote en 1954 y ese mismo año se trasladó a Lovaina (Bélgica) para cursar estudios superiores en Sociología. Antes de su regreso a Europa, Camilo Torres ya había demostrado su preocupación por las injusticias sociales y la mala situación de las clases bajas pero la Europa a la que regresó era un hervidero de ideas progresistas y movimientos estudiantiles revolucionarios. Camilo Torres quedó impregnado de este ambiente y comenzó una cauta aproximación a los ideales marxistas, en los que encontraba puntos en común con algunos principios católicos.

El despertar de Camilo Torres

El sacerdote presentó su tesis académica en 1958, titulada Una aproximación estadística a la realidad socio-económica de Bogotá y decidió regresar a su Colombia natal para mejorar la situación de la sociedad. Fue nombrado capellán auxiliar de la Universidad Nacional y fue uno de los fundadores de la Facultad de Sociología de esa institución, en la cual ejerció como docente e investigador. Sus ideas progresistas y en absoluto comunes en un miembro del clero le valieron el aprecio de los estudiantes y el rechazo de las autoridades eclesiásticas. En 1962 fue elegido rector de la Universidad por los alumnos y, para evitar que su popularidad siguiera creciendo, se le destituyó y expulsó de la universidad.
Los años en los que Camilo había ejercido como docente estuvieron plagados de agitación social y del triunfo de la Revolución cubana, cuyo ejemplo fue tomado por la izquierda de muchos países latinoamericanos. Ya fuera de la universidad, Camilo Torres se convirtió en un personaje aún más popular y activo políticamente si cabe y su pensamiento viró definitivamente hacia las posiciones más extremas de la izquierda. En 1965 comenzó a contactar con el recién creado Ejército de Liberación Nacional (ELN) y fundó la plataforma Frente Unido de Movimientos Populares, mediante la cual consiguió coordinar movilizaciones sociales para reclamar una reforma agraria o la nacionalización de las grandes industrias. Ese mismo año, Camilo Torres renunció al sacerdocio (que no a la religión católica, de la que siempre fue un ferviente creyente) y se unió al ELN.
Imagen: Wikimedia Commons.

Camilo Torres en una marcha estudiantilImagen: Wikimedia Commons.

Una corta carrera como guerrillero

Durante sus primeros momentos en el ELN, a Camilo Torres se le ordenó seguir liderando el Frente Unido de Movimientos Populares para provocar agitación social en las ciudades y más tarde se dedicó a viajar por todo el país ganando adeptos y apoyos. Su actitud cercana, carisma natural y prestigio le convirtieron en el rostro visible del descontento de los colombianos y en el gran valedor del ELN, cuya fama se debía principalmente a la acción y el reconocimiento del que gozaba Camilo. Capaz de atraer y convencer a personas de un amplio abanico ideológico, se pensó en Camilo Torres como candidato en las elecciones contra Carlos Lleras del Frente Nacional pero el antiguo sacerdote nunca se vio arreglando el mundo desde la política.
Se incorporó a las filas de la guerrilla armada en octubre de 1965, convencido de que hacer la revolución era la forma adecuada de enfrentarse a los problemas del país y cambiar las cosas a mejor. A pesar de su entusiasmo y convencimiento sincero, Camilo Torres no tenía experiencia militar previa y su temeridad le llevaría a la muerte.
El 15 de febrero de 1966 la tropa en la que se encontraba Camilo Torres tendió una emboscada a una patrulla del ejército colombiano en el municipio de San Vicente de Chucurí, en Santander. A pesar del factor sorpresa, el peor armamento y la falta de instrucción hicieron que los guerrilleros perdieran la ventaja original y se vieran superados por los militares. Camilo Torres fue gravemente herido de bala al exponerse intentando recoger las armas de los soldados caídos y murió allí mismo, en su primer enfrentamiento como guerrillero. El gobierno colombiano no quiso entregar los restos de Camilo Torres a su madre y su lugar de enterramiento sigue siendo desconocido.
Aunque en un primer momento se hizo de Camilo Torres un mártir e icono de la lucha revolucionaria, el ELN acabaría por cesar su actividad tras sucesivos fracasos y la faceta guerrillera de Camilo quedaría en un segundo plano. Su forma de pensar, convicción e inconformismo hicieron que una nueva generación de religiosos comprometidos tomara su caso como ejemplo y practicaran su fe en una posición más cercana al sufrimiento y la realidad de las clases bajas. En 1969, el cantautor chileno Víctor Jara compuso una canción en honor a Camilo Torres en la que destaca su fuerte compromiso social, por el cual estuvo dispuesto a luchar y morir.
Como curiosidad, Camilo Torres fue tío de Juan Manuel Santos, presidente de Colombia entre 2010 y 2018 que ganó el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en llegar a un acuerdo con grupos armados como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y lograr la pacificación del país tras más de cinco décadas de guerra civil.

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