Las ‘tinajas de gigantes’ de Laos, usadas para almacenar cadáveres
El descubrimiento de una nueva zona de tinajas de piedra en Laos refuerza la idea de que estas estructuras tenían fines funerarios.
Una nueva investigación arqueológica en Laos, en el sureste asiático, ha encontrado una desconocida agrupación de más de cien tinajas de piedra de gran tamaño características de este país. Estas han sido redescubiertas en asentamientos antiguos cercanos a bosques, colinas y cordilleras en el interior del país y aportan nuevas pruebas que refuerzan el uso de estas en ritos funerarios. El trabajo de campo ha sido realizado por un equipo conjunto que incluía arqueólogos de Laos y de Australia que buscaban documentar los yacimientos conocidos y sus nuevos hallazgos han sido publicados en la revista Live Science.
El área donde fueron encontrados los gigantescos recipientes de piedra labrada se encuentran en una zona especialmente accidentada de Laos en la provincia de Xiangkhouang, a unos 320 kilómetros al norte de la capital del país (Vientiane), conocida por su alta población de tigres salvajes. Los investigadores han bautizado al descubrimiento como ‘tinajas de la muerte’ debido a que se han encontrado numerosas tumbas y fosas con restos humanos de alrededor de 2.500 años de antigüedad en los alrededores.
Tinajas de tres metros de alto
Los autores de estas construcciones siguen siendo prácticamente desconocidos pero Louise Shewan, arqueólogo de la Universidad de Melbourne y uno de los cabecillas de la expedición, afirma que “estos nuevos hallazgos demuestran que la misteriosa cultura responsable de las tinajas de piedra estaba más dispersa geográficamente de lo que se pensaba”.
La zona más grande y estudiada hasta ahora es el llamado Plano de las tinajas, cerca de la ciudad de Phonsavan. En este yacimiento se concentran 400 de estas estructuras labradas, algunas de ellas de hasta tres metros de altura y diez toneladas de peso, que se encontraron en 1930 tras la primera investigación arqueológica. Según Shewan, las concentraciones de tinajas contenían menos de sesenta de estos recipientes y solían aparecer en las zonas boscosas o montañosas alrededor del mencionado Plano de las tinajas.

Tinajas de gigantes
La investigación ha añadido quince lugares de concentración de tinajas con 137 antiguos recipientes de piedra en total. Los restos humanos hallados en las proximidades de estas tinajas hacen pensar a los arqueólogos que guardaban alguna relación con rituales funerarios. Una de las teorías más extendidas es que eran utilizadas para depositar los cadáveres hasta que los huesos perdiesen la piel y fuesen enterrados pero cabe la posibilidad de que tuvieran alguna función espiritual dentro del propio entierro. En las excavaciones también se han encontrado cerámicas, herramientas de metal, adornos de cristal o gigantescos discos de piedra similares a los encontrados en 2016 y que se cree que servían para señalizar las tumbas.
El equipo responsable colaborará con la Universidad de Monash para utilizar la información e imágenes obtenidas en los nuevos hallazgos y reconstruirlos utilizando realidad virtual. La idea es compartir esto con la comunidad mundial de arqueólogos para que se pueda estudiarse en profundidad.
Gigantes y bombas
El origen prácticamente desconocido de estas tinajas y la escasa información que se tiene sobre la cultura que las construyó han hecho que la investigación cuente con algunas particularidades. Las leyendas locales afirman que estas tinajas eran en realidad jarras construidas por gigantes y utilizadas para preparar cerveza de arroz con la que celebrar las victorias en las batallas.
Otra peculiaridad ha sido el cuidado que ha tenido el equipo para moverse por el terreno. Además de tratarse de “un terreno boscoso extremadamente accidentado” según Shewan, tuvieron que utilizar el conocimiento de los locales para evitar las bombas enterradas de la Guerra de Vietnam. El ejército estadounidense arrojó 270 millones de bombas de racimo sobre Laos durante el conflicto y el gobierno del país asiático estima que deben quedar 80 millones de estos artefactos sin explotar dispersos por el país.