Encuentran más de 60.000 sofisticadas estructuras mayas mediante tecnología láser
El asentamiento, de 2.144 kilómetros cuadrados, revela una modificación del ambiente tal que los investigadores ya la comparan con la de la civilización griega.
Imagen: PACUNAM. 'Representación del asentamiento arqueológico de Naachtun, Petén'. L. AULD-THOMAS y M. A. CANUTO.
Desde 2009, la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM) ha estado promocionando investigaciones en los densos bosques tropicales del norte de Guatemala, hogar del pueblo maya en el Periodo Clásico Tardío. La dificultad de acceso, la enorme extensión del terreno y la foresta hacían que la investigación directa o la observación aérea resultasen métodos poco efectivos, por lo que empezó a emplearse el sistema láser LIDAR (‘Light Detection and Raging’ en inglés). Se trata de una tecnología que mide distancias entre el punto de emisión del láser y un objeto o superficie, permitiendo crear mapas 3D de alta definición y fidelidad. La aplicación de esta tecnología ya sirvió para descubrir una megalópolis en febrero de 2018 y, ahora, sigue sumando hallazgos.
El sondeo, según ha publicado la revista ‘Science’, se llevó a cabo en un terreno que cubría más de 2.000 kilómetros cuadrados de las conocidas como tierras bajas mayas, en la actual región de Petén (Guatemala). El láser LIDAR ha conseguido identificar más de 61.480 estructuras mayas escondidas entre las que se destacan grandes asentamientos, fortificaciones, calzadas y extensos campos de cultivo con sistemas de regadío. Estos descubrimientos parecen obligar a un replanteamiento del conocimiento demográfico, bélico y económico que se tiene sobre este fascinante pueblo.
La investigación, llevada a cabo por un grupo de arqueólogos internacional y dirigida por Marcello Canuto de la Universidad de Tulane (EEUU), apunta a que esta región estuvo habitada por entre 7 y 11 millones de personas durante el Periodo Clásico Tardío (680 d.C.-800 d.C.) con una densidad media de 100 personas por kilómetro cuadrado en relación con su tamaño total. Otro factor sorprendente que los arqueólogos han querido destacar es la extensa superficie pensada para el cultivo: 362 kilómetros cuadrados de terreno agrícola modificado y 952 más sin modificar pero con posibilidad de usarlos para tal fin. Las diferentes estructuras estarían conectadas por más de 106 kilómetros de calzadas y fortificaciones defensivas.
Comparables con los antiguos griegos
Teniendo en cuenta los nuevos comportamientos y capacidades descubiertas tras esta última investigación, muchos investigadores han comenzado a comparar a la civilización maya con la griega debido a la importancia y el desarrollo que ambas tuvieron en sus respectivos ambientes. El análisis realizado por el láser LIDAR revela “modificaciones en el paisaje natural hechas por los mayas en una escala previamente inimaginable”, según el arqueólogo Francisco Estrada-Belli, que apuntan a que los mayas transformaban el medioambiente para hacer su agricultura más productiva. El 95% de los terrenos en sus asentamientos solían destinarse al cultivo y los historiadores y arqueólogos creen que la crisis última de la cultura maya vino provocada por una gran sequía en el siglo IX.
Aunque el uso de nuevas técnicas como el LIDAR facilita enormemente el trabajo de los arqueólogos y proporciona un nuevo nivel de conocimiento del terreno impensable hace unos años, los expertos siguen señalando la importancia del trabajo sobre el terreno para un estudio profundo y para proteger estas piezas únicas de amenazas como los saqueadores o la deforestación.
Referencia: Marcello A. Canuto, Francisco Estrada-Belli & team. ‘Ancient lowland Maya complexity as revealed by airborne laser scanning of northern Guatemala’. Science (2018). DOI: 10.1126/science.aau0137.