Un muerto muy vivo: la leyenda sobre un beatle
El rumor de la muerte del beatle McCartney se alimentó de algunos detalles de la portada del disco Abbey Road, en la que Paul aparece descalzo.
A mediados de los 60, la carrera de los Beatles estaba en pleno apogeo e iban camino de convertirse en la banda musical más famosa de todos los tiempos. Según la leyenda, el 9 de noviembre de 1966 Paul McCartney abandonó el estudio de grabación de Abbey Road tras una fuerte discusión con sus compañeros.
Paul, furioso, conducía su Aston Martin a toda velocidad sin poner atención en la carretera hasta que, al llegar a un cruce, no se detuvo en el semáforo y fue arrollado por un camión. Brian Epstein, entonces representante de los Beatles, fue avisado del accidente. Supuestamente, la cabeza de Paul había quedado tan desfigurada que fue necesario acudir a la muestra dental para identificarlo.
Misteriosamente, Brian consiguió que la policía no hiciese referencia a la muerte de Paul. El informe policial dejó constancia de que un hombre había perecido en el accidente. El siguiente paso fue buscar un sustituto, pues el grupo no podía perder a un miembro en el momento de mayor popularidad. La leyenda cuenta que el elegido fue un joven llamado William Campbell, de gran parecido con Paul.
En 1969, en una llamada telefónica a la radio se narró la supuesta muerte de McCartney y su posterior encubrimiento. Tras esta intervención, se abrió la veda a un sinfín de rumores y desmentidos en la prensa. La leyenda de la muerte de McCartney estaba en la calle y en ella nacen, sin cesar, todavía hoy, argumentos que intentan justificar tal complot.