¿Quiénes fueron los "niños de la guerra" españoles?
En septiembre de 1937, 2.895 niños españoles fueron evacuados a Rusia. Son conocidos como “los niños de la guerra” o “los niños de Rusia”.
Fueron muchos países que entonces mostraron ayuda y solidaridad a la República, como Francia, y otros que acogieron menos niños, pero que fueron muy importantes a la hora de enviar recursos, entre los que figuraron Reino Unido (4.000 niños), Bélgica (5.000 niños), Suiza (800 niños), Dinamarca (100 niños), México y la Unión Soviética.
De los más de 30.000 niños españoles evacuados durante la Guerra Civil poco más de 3.000 fueron a parar a la Unión Soviética.
Tres expediciones en barcos, que salieron de los puertos de Valencia, Santurce y Gijón, fueron organizadas para salvar a los niños de los combates y bombardeos.
En su llegada a la antigua URSS, los niños, principalmente vascos y asturianos, fueron distribuidos en 14 casas de niños, donde les esperaban maestros españoles y manuales en español.
Sin embargo, pocos años después la II Guerra Mundial atrapó a los refugiados que habían huido de la Guerra Civil española.
El destino dispersó a los niños. Les enviaron a lugares de donde Stalin había expulsado a otras comunidades por temor a que apoyaran al enemigo. Así, llegaron a la antigua República de los Alemanes del Volga, de donde fueron deportadas 367.000 personas, y a Crimea, de donde en 1944 fueron expulsados los tártaros.
Los que para entonces alcanzaron mayoría de edad, 256 en total, partieron voluntarios al frente.
En total, 206 españoles caídos en combate durante la Segunda Guerra Mundial, otros 216 que murieron en la retaguardia a causa de los bombardeos, el hambre, las enfermedades y otras penurias de aquella larga y cruel guerra.
Tras terminar la guerra, los jóvenes españoles fueron abandonando las casas de niños para empezar a trabajar o estudiar carreras.
De ellos, 746 recibieron enseñanza superior y se licenciaron principalmente en Ingeniería y Medicina, pues, según los dirigentes del PCE: “España necesitará médicos e ingenieros”.
Cuando Franco ganó la guerra y estableció su régimen, intentó contactar con todos los países que tenían niños españoles para conseguir su repatriación.
Sin embargo, se encontró con que ni Lázaro Cárdenas ni Stalin reconocían como legítimo el ejecutivo que presidía, por lo que no hubo relaciones diplomáticas bilaterales en esos años ni con México ni con la Unión Soviética, de ahí que los niños españoles no tuvieran vías de regresar a su país.
A México fueron casi 500 niños y volvieron unos 60, mientras que de los que fueron a la Unión Soviética sólo regresó un tercio, pero a partir de 1956, cuando tuvo lugar la primera expedición de retorno desde ese país.
Luego de una primera ola de repatriación que se hizo posible en los 50, que continuaría después a cuentagotas en los 60, 70, 80, 90... Otros muchos decidieron no retornar y permanecer en Rusia hasta su muerte.
80 años después
A las conmemoraciones organizadas en Rusia para el 80º aniversario acuden desde España 13 niños, de edades comprendidas entre los 85 y los 93 años.
Uno de sus destinos es Obninsk, en la región de Moscú, donde estaba la casa de niños número 5, que fue la mayor de las 15 instituciones de este tipo que albergaron a los niños (10 en Rusia y 5 en Ucrania). La casa es hoy un local de acceso restringido, donde se ubica un instituto físico-energético dependiente de Rosatom, la institución responsable de la energía atómica en Rusia.