George Sand, pilar del Romanticismo francés
Tal día como hoy, de 1804, nació Aurore Dupin –baronesa Dudevant por casamiento, y más tarde George Sand como escritora– la brillante estrella alrededor de la cual orbitaron los intelectuales de toda una época.
Sesenta novelas, casi cincuenta cuentos, relatos, novelas cortas, treinta piezas de teatro, numerosos artículos de crítica y política, escritos autobiográficos y una enorme correspondencia (más de 1.200 cartas), es la obra que nos ha dejado, Aurora Dupin, aunque en la literatura firmaba George Sand.
Aurore se inició como escritora, colaborando con Jules Sandeau en varias historias cortas que publicaron con el pseudónimo de Jules Sand; en 1831. El mismo año en el que se separó del barón Casimir Dudevant, con quien se había casado en 1822 y que finalmente, a principios de 1831, abandonó al barón y se trasladó con sus dos hijos a París, siguiendo a su amante, Jules Sandeau.
Ya separada, trabajaba como articulista para Le Figaro y La Revue des Deux Mondes, publicación que sería clave en su carrera literaria. Allí hizo gala también de sus ideas republicanas, que contrastaban fuertemente con su posición de aristócrata (de la que no se desharía hasta 1836, cuando se le concedió el divorcio del barón).
Exaltada o denigrada por sus contemporáneos y por generaciones posteriores, fumaba –algo que a mediados del siglo XIX era visto como una absoluta provocación– y vestía ropas de hombre para escándalo de la aristocracia francesa.
A pesar de ser ampliamente criticada, y acompañada por una leyenda de amoríos más amplia de lo que fue en realidad, Aurore también hizo grandes amigos entre los intelectuales de la época: Gustave Flaubert, Marcel Proust u Honoré de Balzac fueron algunas de sus personas preferidas; con el primero mantuvo, además, una larga correspondencia donde se ve reflejada la gran amistad que los unió.
En 1832, Aurore publicó su primera novela en solitario, Indiana, donde firmaría por primera vez con el nombre con el que pasaría a la posteridad: George Sand.
Cuatro años más tarde conoció al genial compositor Fréderic Chopin. Tras ocho años de convivencia, murió Chopin en 1849.
Ella continuó escribiendo sus veinte páginas reglamentarias cada noche.
En Nohant –villa en la Francia Central heredada de su abuela paterna– encontró su refugio permanente, animado por los jóvenes artistas a quienes protegía, por los allegados que se cobijaban bajo sus alas, por las representaciones teatrales que se organizaban en el teatro que había hecho construir en su castillo…
Sand dejó nutridos tomos de sus obras completas cuando falleció en Nohant el 8 de junio de 1876.