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James Joyce, el dublinés más modernista

James Joyce fue uno de los escritores más influyentes del siglo XX.

James Joyce, probablemente el literato irlandés más famoso e importante del siglo XX, nació en Dublín en 1882, en el seno de una familia de arraigada tradición católica.

Fue un niño muy observador –entre sus nueve hermanos– y acudió al colegio de jesuitas de Belvedere entre 1893 y 1898, año en que se matriculó en la National University de Dublín, en la que comenzó a aprender varias lenguas y a interesarse por la gramática comparada. Siendo estudiante universitario, Joyce logró su primer éxito literario poco después de cumplir 18 años con un artículo, El nuevo drama de Ibsen, publicado en la revista Fortnightly Review de Londres.

Su primer libro, Música de Cámara (1907), contiene 36 poemas de amor, que reflejan la influencia de la poesía isabelina y de los poetas ingleses de finales del siglo XIX. En su segunda obra, un libro de 15 cuentos titulado Dublineses (1914), narra episodios críticos de la infancia y la adolescencia, de la familia y la vida pública de Dublín.

Su primera novela, Retrato del artista adolescente (1916), recrea su propia juventud y vida familiar en la historia de su protagonista, Stephen Dedalus. En esta obra Joyce utilizó el monólogo interior, recurso literario que plasma todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones de un personaje con un realismo psicológico escrupuloso.

Joyce alcanzó fama internacional en 1922 con la publicación de Ulises, una novela cuya idea principal se basa en la Odisea de Homero y que abarca un periodo de 24 horas en las vidas de Leopold Bloom, un judío irlandés, y de Stephen Dedalus, y cuyo clímax se produce al encontrarse ambos personajes. En Ulises, Joyce lleva aún más lejos la técnica del monólogo interior, como medio extraordinario para retratar a los personajes, combinándolo con el empleo del mimetismo oral y la parodia de los estilos literarios como método narrativo global.

Finnegans Wake (1939), su última y más compleja obra, es un intento de encarnar en la ficción una teoría cíclica de la historia. En esta obra, el novelista irlandés llevó su experimentación lingüística al límite, escribiendo en un lenguaje que combina el inglés con palabras procedentes de varios idiomas. Al emplear técnicas experimentales para comunicar la naturaleza esencial de las situaciones reales, Joyce combinó las tradiciones literarias del realismo, el naturalismo y el simbolismo plasmándolos en un estilo y una técnica únicos.

Vilipendiado en el pasado, en la actualidad se reconoce la agudeza psicológica e innovadoras técnicas literarias expresadas en su novela épica Ulises, aunque fuese objeto de agudas críticas y obtuviese tantos detractores como devotos admiradores.

Lo cierto es que tras ser denostada largos años en los que su sola mención constituía una provocación, pasó a considerarse una de las grandes obras literarias de todos los tiempos y con ella el genio irlandés se convirtió en uno de los escritores más importantes del siglo XX.

Tras veinte años residiendo en París, James Joyce se trasladó a la ciudad suiza de Zurich, donde murió el 13 de enero de 1941, pocos días antes de cumplir los 58 años.

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