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¿De dónde vienen los motes de los equipos de fútbol españoles?

A los del Fútbol Club Barcelona se los conoce como culés, a los de Real Madrid como vikingos o merengues y a los del Atlético de Madrid como indios y colchoneros

Al fútbol, deporte que lleva jugándose desde la Antigüedad a través de distintas versiones y que fue concebido en su versión moderna en la segunda mitad del siglo XIX, se le conoce como el deporte rey. Para algunos, los fans más acérrimos, el mundo se para cuando hay un partido de su equipo (o un partido cualquiera, hay gente que ama este deporte en general) y el final del mismo llegará con lágrimas en los ojos, ya sean de alegría o de pena. Hay personas que sienten verdadera devoción, casi chovinista, que les hace apreciar a su equipo como otros aprecian su patria. Y si uno lo piensa no es tan raro ya que ambos tienen muchos elementos en común: líderes, héroes, enemigos, himnos, escudos, banderas

De toda esa parafernalia que rodea y sobre la que se erigen los equipos de fútbol queremos hablar de los motes, esos apodos cariñosos o despectivos por los que los futboleros se refieren a sus equipos. El mundo es muy grande y son muchos los equipos que tienen pseudónimo, por eso vamos a centrarnos en tres de los clubes futbolísticos más importantes del deporte español: el Fútbol Club Barcelona, el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Culés

El Fútbol Club Barcelona, o Barça, es conocido entre sus aficionados como el equipo culé e incluso ellos mismos han asumido ese título como propio. El término procede del catalán cul (culo) y para conocer su origen hay que remontarse a las primeras décadas del siglo XX. Ya por esas fechas el Barcelona era un equipo que levantaba pasiones y, cada vez que disputaban un partido, sus seguidores acudían masivamente al estadio que por entonces tenían en la calle Industria. Tenía capacidad para unas seis mil personas pero siempre faltaba hueco.

En esta circunstancia, se hizo común el que los aficionados que llegaban tarde se subieran a los muros exteriores que rodeaban el campo de juego y vieran el partido sentados desde allí. Cuando los viandantes pasaban por la calle Industria de Barcelona, lo primero que veían era una fila de culos que sobresalían del muro. A estos sujetos se les empezó a llamar, en tono jocoso, culers que significa ‘culones’ o ‘los que enseñan el culo. La ‘r’ de culers es muda al pronunciar la palabra en catalán y así se convirtió rápidamente en los famosos culés que todavía perduran.

También es habitual referirse a ellos como blaugranas o azulgranas, debido a sus colores identificativos.

Merengues y vikingos

El Real Madrid tiene dos motes principales: merengues y vikingos. El primero lo popularizó el periodista deportivo Matías Prats Cañete en sus narraciones radiofónicas y se debe, como resulta lógico, al característico color blanco que utilizan los madridistas para su equipación. El periodista se refería a los jugadores del Real Madrid sobre el campo con este apelativo cariñoso que los compara con el merengue, un dulce a base de clara de huevo horneada.

El apodo de vikingos también se debe a un periodista. Tras la victoria del Real Madrid en la Copa de Europa 1959-1960, un periodista del diario británico The Times escribió “El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso”. Parece ser que la idea gustó y acabó por popularizarse en España como otro mote ‘oficial’ para el equipo. Otra teoría apunta a que el motivo por el que los madridistas son llamados vikingos es por el gran número de fichajes de jugadores alemanes y daneses que el equipo sumó a su plantilla en los años setenta y que destacaban debido a su aspecto nórdico y sus melenas rubias.

Indios y colchoneros

El Atlético de Madrid, el otro gran equipo de la capital española, también tiene dos apodos muy conocidos.

El primero de ellos es el mote indios, que tiene su origen en los años 60 y 70. Igual que le pasó al Real Madrid con los jugadores nórdicos, en esta época el Atlético de Madrid fichó a varios jugadores latinoamericanos a los que se calificaría de indios. Aunque en un principio era un término claramente despectivo, fue asumido por el jugador Hugo Sánchez como apodo y acabó por ser asimilado por el club entero, haciéndolo parte de su identidad e incluso dando nombre a su mascota, Indy. Es habitual, todavía hoy, ver a seguidores del Atlético de Madrid con pintura de guerra o tocados de plumas al estilo de lo visto en los westerns. Otra teoría, aunque parece más improbable, afirma que lo de indios viene porque el antiguo estadio Vicente Calderón estaba al lado del río Manzanares (como los poblados de las tribus de nativos) y porque su gran rival es el ‘hombre blanco’ (el Real Madrid).

El otro apelativo por el que se los conoce, tal vez uno de los más utilizados, es el de colchoneros y en este caso sí que tiene un origen histórico claro. En los años de posguerra, era costumbre cubrir los colchones con una tela de franjas rojas y blancas para protegerlos. Esta tela recordaba a los colores característicos del Atlético de Madrid.

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