Muy Interesante

¿Visitó Cristóbal Colón Norteamérica en alguno de sus viajes?

El explorador genovés es recordado por haber hecho el redescubrimiento moderno del continente americano aun cuando él creía estar en Asia.

Las protestas sociales por la muerte de George Floyd, un afroamericano que presuntamente intentó pagar con un billete falso, a manos de agentes de la policía de Minneapolis se han extendido por todo Estados Unidos desde finales de mayo de 2020. La reclamación principal de los manifestantes es el fin de la discriminación racial y la violencia policial pero ha acabado creciendo y exigiendo un cambio de mentalidad y una reestructuración de la sociedad que expulse por fin los valores del supremacismo y la represión. Entre las formas de protesta que se están utilizando destaca la destrucción de estatuas de, entre otros, el navegante Cristóbal Colón. Pero ¿cómo es que el genovés tiene tanta presencia en los Estados Unidos si nunca pisó Norteamérica?

El origen del Día de Colón en Estados Unidos

En agosto 1492, las carabelas la Niña, la Pinta y la Santa María partieron del puerto de Palos en una expedición que debía confirmar la existencia de una ruta que conectara Europa y Asia por el oeste. El 12 de octubre de ese mismo año, sin ser realmente conscientes de lo que estaban haciendo, Colón y su tripulación desembarcaron en las actuales Bahamas. La expedición de Colón fue el primer viaje moderno al continente americano, una tierra habitada que había permanecido oculta para los europeos y cuyos anteriores visitantes, los vikingos, habían tenido que abandonar sin que se conociera el hallazgo.

Cristóbal Colón realizó cuatro viajes hasta América y descubrió (para los europeos, obviamente) Cuba y La Española, Trinidad y Panamá y navegó por las costas de Honduras, Nicaragua o Costa Rica. Aunque sobra decir que Colón jamás visitó los Estados Unidos porque este país no existió hasta el siglo XVIII pero es que tampoco estuvo en Norteamérica. Sus viajes se desarrollaron en el Caribe y en las costas orientales de lo que hoy se considera Centroamérica. La fama de la que Colón gozaba en los Estados Unidos se incrementó considerablemente a partir del siglo XIX, coincidiendo con el cuarto centenario de su viaje, y especialmente con la publicación de Una historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón, un relato biográfico escrito por Washington Irving que obviaba los aspectos negativos de su persona y sirvió para popularizar al genovés.

Imagen: Wikimedia Commons.

Desembarco de Colón en AméricaImagen: Wikimedia Commons.

En el XIX también tuvo lugar una oleada de inmigración procedente de Italia. Personas que, como tantos otros antes y tantos otros después, creyeron en el cuento del Nuevo Edén y cruzaron el océano buscando una nueva vida pero se encontraron con que, debido a su origen y su situación económica, en muchos casos eran tratados como ciudadanos de segunda. Los italianos encontraron en Colón, quien se cree que había nacido en Génova, un vínculo con el Nuevo Mundo que facilitaría su aceptación en la sociedad estadounidense por lo que promovieron su figura como la de un punto de unión entre todos los europeos que viajaron al continente americano e incluso fueron sus asociaciones las que sufragaron la creación e instalación de estatuas.

En 1937, a semejanza de la tradición que ya existía en otros países americanos, el presidente Franklin Delano Roosevelt declaró el 12 de octubre fiesta nacional e instauró la celebración del Día de Colón. En 1971 se decidió que la fiesta pasara al segundo lunes de octubre para que la población pudiera disfrutar siempre de un puente y se instauró como una tradición no escrita la promulgación de un breve mensaje por parte del presidente de los Estados Unidos. Pero, al igual que acabó pasando en otros países que también lo celebraban, el Día de Colón empezó a generar rechazo hacia la población y acabó por dársele un nuevo significado. En muchas ciudades de Estados Unidos, el segundo lunes de octubre celebran el Día de los Pueblos Indígenas para recordar a los habitantes originales del continente y la persecución violenta a la que fueron sometidos.

Y es que Cristóbal Colón, como todas las personas, no fue un santo hecho de luz y amor. Junto a las inmensas repercusiones que tuvo su expedición, no se debe olvidar que el almirante genovés tenía sus propios intereses personales en aquellos viajes. Bartolomé de las Casas relata en su Brevísima relación de la destrucción de las Indias cómo Colón, al no encontrar en aquellas tierras las riquezas esperadas, decidió hacer su segundo viaje rentable cargando sus naves con 500 nativos para venderlos como esclavos en Sevilla. Esta actitud le causó problemas con la reina Isabel la Católica, discusión que se agravó todavía más cuando la población de La Española se rebeló contra el virreinato de Colón debido a su mala gestión.

tracking