¿Qué significa la expresión ‘Hic Svnt Dracones’?
Esta fórmula latina se popularizó durante la Edad Media entre los marineros y exploradores y se usaba para designar tierras inexploradas.
HC SVNT DRACONES es una expresión latina derivada de Hic Svnt Dracones y popularizada durante la Baja Edad Media y el Renacimiento; se puede traducir como “aquí hay dragones”. Esta frase era incluida en los mapas antiguos para designar lugares que eran desconocidos para el hombre, pretendiendo otorgar a estos un elemento mágico y al mismo tiempo una advertencia para los marineros y exploradores. Aunque se cree que era una práctica común se conservan muy pocos mapas en los que esté presente esta frase. El caso más conocido es el del globo de Hunt-Lenox (siglo XVI).
En el mapa de Hunt-Lenox, la expresión latina aparece en el sureste asiático, no muy lejos de donde se encuentran la isla de Komodo y Flores. Algunos estudiosos interpretan esta frase como una materialización de la mística y el terror que los dragones de komodo provocaban ya en la Edad Media y una advertencia directa contra ellos. Pero lo cierto es que, aunque los dragones son probablemente una de las criaturas más populares y extendidas de la cultura humana, la frase latina no se utilizaba únicamente para referirse a ellos sino que se incluían serpientes marinas, leviatanes, sirenas, caballos de mar, gigantescos peces o simples barcos. Hic Svnt Dracones servía para referirse a todo aquello ajeno a lo humano.
Historia de la cartografía medieval
Desde la Edad Media, la cartografía se encargaba de plasmar en papel, pergamino o tela los elementos geográficos y cosmológicos del entorno. Estos solían presentarse con estructuras en O, que representaban la Tierra, o de T, que representaba los tres ríos que salían del Paraíso y los continentes de Europa, Asia y África. Debido a la falta escolarización de la época, solo un pequeño grupo dentro de la población sabía leer y por ello los mapas solían plasmar la información a través de símbolos o dibujos comprensibles para cualquiera. Solían presentarse con elementos religiosos, grandes ciudades como Roma o Jerusalén y los principales caminos comerciales de la época.
Al igual que los libros hechos en monasterios, se trataba de auténticas obras de arte hechas a mano y decoradas con cuidado y esmero. Era costumbre, para hacerlo más estético, decorar los espacios que quedaban en blanco dentro del mapa con monstruos marinos o criaturas de todo tipo. Estos huecos eran los lugares que aún no habían sido registrados y por ello seguían suponiendo un misterio para la supersticiosa sociedad medieval. Con el tiempo, y conforme la sociedad fue instruyéndose cada vez más y la cartografía se fue convirtiendo en una ciencia más exacta que buscaba la precisión, los monstruos presentes en los mapas adquirieron un valor meramente estético.

Carta Marina
Además del mapa de Hunt-Lenox, existen numerosos ejemplos históricos con monstruos presentes en sus mares y criaturas mágicas propias de cada cultura y tradición según la procedencia del autor. Se podría destacar la Carta Marina de Olaus Magnus (1539), que es un mapa del norte europeo con una cantidad de detalles sorprendente y monstruos y figuras de todo tipo. Y especialmente curioso es el mapa de Europa realizado por Sebastian Münster para su libro Cosmographia, en el que representaba al continente con forma de mujer vistiendo corona y sujetando un cetro y un orbe.