¿Cuándo se realizó el primer vuelo comercial transatlántico?
Fue el 4 de octubre de 1958 y lo realizaron dos aviones DeHavilland Comet IV de la compañía inglesa BOAC, que cubrieron el trayecto entre Londres y Nueva York.
4 de octubre de 1958: dos DeHavilland Comet IV despegan al tiempo desde Londres y Nueva York, cada uno con destino a la otra ciudad. Vuelan para la BOAC, siglas que corresponden a British Overseas Airways Corporation, la compañía aérea antecesora de la actual British Airways (en la foto que ilustra este artículo, uno de sus aviones en 1958, en el aeropuerto Darwin de Australia). Los dos reactores completarán así el primer servicio aéreo comercial transatlántico, reduciendo con ello notablemente la duración del viaje entre Europa y Estados Unidos. Es el principio de una nueva era para los transportes.
En realidad, los Comet llevaban en danza desde 1952, cuando se produjo el primer vuelo con pasajeros desde Londres a Johannesburgo (Sudáfrica). Pero aquellos primeros reactores "chupaban" muchísimo combustible, por lo que necesitaban de varias escalas intermedias para repostar. Tampoco el servicio inaugurado por la BOAC en octubre del 58 estaba exento de problemas: el Comet IV seguía siendo un avión extremadamente ruidoso y, por sus necesidades de combustible y mantenimiento, solo se pudo establecer en principio un servicio a la semana. Todo ello iba a cambiar pronto, pero no sería en este caso la pionera BOAC la que se llevara el gato al agua, sino su competidora y rival, Pan American.
Así, a finales de ese mismo mes –el 26 de octubre de 1958– despegó de Nueva York un avión de Pan American con 111 pasajeros y 11 tripulantes a bordo, rumbo al aeropuerto parisino de Le Bourget. El vuelo sobre el océano Atlántico duró 8 horas y 41 minutos, la mitad del tiempo que necesitaban los aviones a hélice para el mismo trayecto. El secreto del éxito de Pan Am: el avión más cómodo, moderno y económico nunca conocido hasta entonces, el Boeing 707. Volaba al doble de velocidad que los aviones a hélice y a mayor altura, y era mucho más silencioso y confortable que el Comet IV. Y, sobre todo, tenía capacidad para 165 pasajeros, el doble de los que cabían en el avión a hélice DC-7 y en los primeros Comet IV.
Además, los motores más poderosos que se fueron implementando permitieron que el 707 pudiera volar sin escalas, al poco tiempo, desde Nueva York hasta Francfort, Roma o Río de Janeiro. Dos años más tarde, toda la flota de Pan Am estaba compuesta por estos jets, lo que le permitió realizar vuelos con aviones a reacción con destino a África y Asia. En su informe anual correspondiente a 1960, la empresa remarcaba: "El mundo libre está ahora a solo un paso de distancia". Hasta Berlín, la ciudad por entonces dividida a consecuencia de la Guerra Fría, se convirtió en 1966 en uno de los destinos de Pan Am. Y ya en 1958, Pan Am había introducido la llamada "tarifa en clase económica", con la idea de que volar se volviera una posibilidad más accesible. De este modo, los aviones se convirtieron enseguida en el medio de transporte popular y masivo que siguen siendo hoy día.