¿Qué es la colombofilia militar?
Tuvo su auge durante la Primera Guerra Mundia cuando los diferentes ejércitos establecieron de la cría y adiestramiento de palomas para la aplicación militar.
Desde tiempos pretéritos, una manera barata, rápida y más o menos disimulada de comunicación era enviar palomas mensajeras.
Capaces de orientarse a cientos de kilómetros, podían llegar hasta su palomar llevando información, con tal de que ésta pudiese condensarse en un pequeño papel atado a una de sus patas o cuello.
Hay constancia de que los faraones egipcios, hace 5.000 años, fueron los primeros gobernantes en usar dichas aves.
La técnica se extendió a lo largo de toda la Historia como el sistema más usual de correo.
Obviamente, había que vigilar que no fuesen los espías enemigos los que usasen el mismo método, por lo que en situaciones de guerra se vigilaban los terrados en busca de palomares o se disponía de arqueros o halcones para acabar con cualquier ave no controlada sospechosa de transmitir información.
Curiosamente, a pesar de existir otros medios de comunicación, es en los siglos XIX y XX cuando tienen más importancia en la guerra.
Fueron cientos de miles de palomas utilizadas por ambos bandos en las guerras mundiales, sobre todo los aliados, no sólo para comunicarse sino para fotografiar con microcámaras las posiciones enemigas.
Era frecuente que los aviones y barcos llevasen dotaciones de palomas, por si fallaban las comunicaciones electrónicas.
Incluso en 1979, las fuerzas soviéticas se valieron de este método para ordenar la invasión de Afganistán y evitar las escuchas electrónicas de norteamericanos.
Hoy en día, su uso sigue reglamentado y controlado por los distintos ejércitos del mundo.