85 años de la Segunda República española
Han transcurrido ya 85 años desde la proclamación, el 14 de abril de 1931, de la Segunda República en España.
Concretamente, sucedió en la localidad vasca de Éibar, que fue la primera ciudad en alzar la bandera tricolor. Este hecho se produjo después de la renuncia a la corona e inmediata marcha al exilio del rey Alfonso XIII. La proclamación de la Segunda República Española consistió en la instauración el 14 de abril de 1931 del nuevo régimen político republicano que sucedió a la monarquía constitucional, que había quedado deslegitimada al permitir Alfonso XIII la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y que había fracasado en su intento de vuelta a la “normalidad constitucional” con la dictablanda del general Berenguer (1930-1931).
Así se sucedieron los hechos:
Domingo 12 de abril. Se celebraron elecciones municipales, que fueron planteadas por monárquicos y republicanos como un plebiscito sobre la continuidad de la monarquía. Aunque en las zonas rurales triunfaron los primeros –de ahí que el número total de concejales monárquicos superara al de republicanos–, las candidaturas republicano-socialistas ganaron en 41 de las 50 capitales de provincia. En Madrid, los concejales republicanos triplicaban a los partidarios de Alfonso XIII, y en Barcelona los cuadruplicaban.
Lunes 13 de abril. El presidente del Consejo de Ministros, el almirante Juan Bautista Aznar, preguntado por los periodistas sobre si habría crisis de gobierno, respondió con una frase que ha quedado para la Historia: “¿Qué más crisis desean ustedes que la de un país que se acuesta monárquico y se despierta republicano?”. Una facción del gobierno se planteó resistir por todos los medios –incluido el golpe de Estado–, pero otra más pragmática, encabezada por el conde de Romanones y el duque de Maura, comenzó a negociar la salida del Rey de España y el traspaso de poderes.
Martes 14 de abril. A las seis y media de la madrugada, la bandera tricolor fue izada en el Ayuntamiento de Éibar por el concejal más joven de la recién elegida corporación (10 concejales socialistas, 8 republicanos y uno del PNV), Mateo Careaga. Un poco más tarde, en Barcelona, el pueblo se concentró frente al Ayuntamiento para retirar la placa con el nombre de plaza de Alfonso XIII y colocar la nueva placa de plaza de la República, improvisada en cartón. La proclamación de la República siguió a lo largo del día desde los balcones municipales de las principales ciudades y, a las ocho de la tarde, se constituyó en Madrid el gobierno provisional de la República, presidido por Niceto Alcalá-Zamora. A esa misma hora, el Rey abandonó la capital en coche en dirección a Cartagena, donde embarcaría rumbo a Marsella. Y la fiesta popular desbordó calles y plazas, empezando por una abarrotada Puerta del Sol.