¿Hubo supervivientes en la Batalla de las Termópilas?
En el siglo V a.C., un grupo de polis griegas llideradas por Esparta se enfrentó a las tropas persas de Jerjes.
Dirigido por el rey Leónidas, el ejército espartano estaba formado por 7.000 soldados, entre los que se encontraba su guardia personal de 300 hombres, los únicos que, en realidad, le acompañaron en aquella acción suicida contra las numerosas tropas persas.
Fue una masacre a la que tan solo sobrevivieron tres hombres.
Sin embargo, el duro código espartano imponía la vergüenza pública para aquellos que regresaban vivos tras una derrota contra el Imperio del gran Jerjes I.
Pantites había abandonado el campo de batalla con una embajada para buscar refuerzos en las ciudades-estado de Grecia.
Cuando el emisario de Leónidas vio el resultado de la batalla, el soldado espartano se suicidó ante tal deshonra.
Los otros dos soldados, Aristodemo y Eurito, no habían participado en el enfrentamiento por problemas oculares –las flechas enemigas les habían alcanzado un ojo–.
Pero, ambos espartanos en la siguiente batalla, la de Platea, ocuparon las primeras filas en la ofensiva y fallecieron en el combate.
De esta manera, recuperaron el orgullo perdido en el paso de las Termópilas durante la Segunda Guerra Médica; contienda que duró tres días en aquel desfiladero griego.
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