Una pacifista en la Columna Durruti
En agosto de 1936, la filósofa francesa Simone Weil se enroló en el Grupo anarquista de Buenaventura Durruti.
Llevada por un impetuoso sentimiento del deber, Weil llegó a Barcelona, donde en 1934 ya había conocido a dirigentes del POUM catalán, como periodista voluntaria y se incorpó al combate en Aragón.
Allí aprendió a usal el fusil, pero nunca se atrevió a dispararlo. Fue a mediados de agosto cuando la filósofa francesa llegó a la Columna Durruti a Pina de Ebro, a unos 15 kilómetros de Zaragoza.
En el campamento de la contienda se sintió frustrada por su participación en la guerra y se negó a celebrar las pequeñas victorias bélicas de su grupo.
Consideraba que también el vencedor que parece "justo" recurre al ejercicio del poder y se regocija en el sometimiento del otro.
Pocos días más tarde, tuvo que ser evacuada a un hospital de Sitges a causa de una quemadura en el pie mientras cocinaba en una casa abandonada. A finales de septiembre del 36, una vez curada, regresó a Francia.
De esta cruda experiencia le quedó el sentimiento de la brutalidad y el sinsentido de la guerra. Observó cómo en el campo de batalla el principio humanitario es dejado de lado ante la consigna de matar y asegurar la supervivencia individual o grupal.