El motín del té
La subida de impuestos sobre el té provocó que las colonias de norteamericanas se relevaran contra la Corona inglesa.
Tras el triunfo del Reino Unido en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) –que libró contra España, Francia, Austria y Rusia–, la Corona británica impuso a sus colonias de Norteamérica nuevas tasas e impuestos directos para sufragar los gastos ocasionados por aquel conflicto bélico.
En 1767, el Parlamento inglés dio otra vuelta de tuerca al establecer nuevos gravámenes sobre el té.
La presión fiscal sublevó a los colonos de Massachusetts, que propusieron el boicot al té inglés para importarlo de Holanda.
El 16 de diciembre de 1773 se produjo uno de esos raros cisnes negros que cambian el rumbo de la Historia.
Aquel día, un grupo de colonos disfrazados de indios mohawk se introdujo en los barcos ingleses y arrojó su carga de té al mar.
En represalia, el rey Jorge III hizo que el Parlamento inglés votase la clausura del puerto de Boston, quedando su territorio bajo la administración directa de Inglaterra.
Las demás colonias apoyaron a los ciudadanos de Massachusetts y decidieron hacer un frente común contra la Corona inglesa.
Esto, finalmente, abrió las puertas a la revolución y a la posterior independencia de aquellos territorios.