El extraordinario profesor Einstein
El periplo vital del genio Albert Einstein lo llevó a terminar sus días en Princeton (EE UU). Allí sus clases todavía son recordadas.
Científicos estadounidenses hicieron grandes esfuerzos en los años 20 del siglo pasado para atraer a EE UU a sus colegas europeos más famosos, como Albert Einstein, que llegó a Princeton (New Jersey) con su familia en 1935.
Aunque el físico alemán de origen judío ya había pisado suelo americano cada año desde 1930 para impartir conferencias en diferentes puntos de EE UU, en 1933 el ascenso del nazismo lo obligó a emigrar definitivamente al país americano.
En ese mismo año se fundó el Instituto de Estudios Avanzados, desvinculado de la Universidad de Princeton, ya que ésta rechazaba a profesores judíos debido a su antisemitismo. A ambas instituciones sólo las separan 3 km y comparten una estética que transmite el estilo de vida americano en un ambiente de campo británico, con una arquitectura semejante a la que nos encontramos en Oxford o Cambridge. Diseñado para financiar investigaciones de alto nivel, el Instituto de Estudios Avanzados recibió a Einstein con los brazos abiertos y éste lo convirtió en el centro de investigación más famoso del mundo.
En Princeton, localidad cercana a la capital del condado de Mercer, Trenton, Einstein dedicaba sus mañanas al estudio en el Instituto; por la tarde le gustaba estar en su casa, situada en 112 Mercer Street –hoy día puede visitarse–, y reunirse con amigos de la ciencia y la política. El genio alemán se mantuvo fiel a Princeton hasta su muerte en 1955.