El moái aventurero
La vuelta al mundo de una de las míticas figuras de la isla de Pascua.
El patrimonio histórico ha funcionado a lo largo de los siglos como moneda de cambio y souvenir para numerosas personas. La falta de legislación por parte de los diferentes Estados, el desconocimiento y cierta piratería provocaron que se produjesen historias surrealistas como la siguiente.
En 1927, el presidente chileno Carlos Ibáñez del Campo recibe de regalo un moái de la isla de Pascua. El mandatario, alertado por uno de sus asesores del mal fario que traían dichos monumentos y de los misterios que contiene la isla de la que proceden, decide deshacerse del mismo.
Comenzaba así un periplo para la escultura de piedra que lo haría pasar por 5 manos diferentes, recorriendo un largo viaje desde Santiago de Chile a Buenos Aires, para volar a Ámsterdam y volver a Buenos Aires, donde acabó en poder de la hija de su segundo comprador, que decidió devolvérselo al pueblo Rapa Nui en 2006.