Cupido también se enamoraba: la historia del ángel del amor
Cupido también vivió su propio idilio. No te pierdas la curiosa historia del ángel del amor.
En muchas leyendas, el dios Cupido juega un papel de casamentero involuntario o vengativo (según el humor que tuviera ese día). Aunque todos tenemos la imagen de ese niño regordete que iba por ahí con su arco y sus flechas creando y destruyendo amores (que se lo digan a Dafne y Apolo), Cupido también vivió su propio idilio. La historia de amor entre Psique y Cupido fue relatada por Lucio Apuleyo en su novela Las Metamorfosis, también conocida como El asno de oro.
Cuenta la leyenda que la diosa Venus, madre de Cupido, estaba muy celosa de una mujer mortal llamada Psique y conocida por su extrema belleza, de la que muchos hombres decían que rivalizaba e incluso superaba a la de la diosa. Es por ello que encargó al travieso Cupido la misión de hacerla enamorarse locamente de algún hombre de baja condición. El problema fue que cuando Cupido vio a Psique se enamoró perdidamente de ella, y en lugar de cumplir el encargo de su madre decidió tomarla por mujer. Instaló a Psique en su palacio y la visitaba todas las noches, a oscuras, para que ella no conociese su identidad divina. Las hermanas de la mujer, celosas de su suerte y de las riquezas de su marido, la convencieron de que este era una terrible serpiente y de que debía matarlo.

Cupido
Cuando Psique iluminó el cuerpo de su marido con la intención de cumplir su cometido, descubrió que este era el dios Cupido y no fue capaz de hacerle daño. Pero él la descubrió y, arrepentido de desoír los consejos de su madre y de haberse herido con sus propias flechas, decidió castigarla huyendo. Comienza entonces el largo peregrinaje de Psique, quien recorre cielo y tierra en busca de su Cupido. En el cielo encuentra a Venus, que le hace pasar por durísimas pruebas con la intención de verla desesperarse o morir en el esfuerzo. Pero ella no se rindió, y como recompensa pudo finalmente casarse con Cupido en el consejo de los dioses. Ciertos autores otorgan a Cupido y Psique una hija en común: Voluptuosidad.
Algunas versiones de la historia cuentan que, durante este largo periplo, Psique acabó visitando el Inframundo, el reino del dios Hades (un recurso muy común en las leyendas grecolatinas, la 'bajada a los infiernos' de la que luego escribiría Dante Alighieri). Allí, Psique abrió un cofre que contenía sueño estigio, un vapor mágico que provocaba amnesia en las almas de los fallecidos cuando bajaban de la barca de Caronte, y quedó en coma. Cupido se enteró de lo sucedido y, conmovido por el amor que Psique le había mostrado y su perseverancia en encontrarle, descendió al Hades para rescatarla y la despertó con un beso (¿no os recuerda un poco a lo que pasa en La Bella Durmiente?).
La historia de Cupido y Psique es especialmente interesante debido a que es una de las pocas que nos han llegado en la que el dios alado es protagonista y no un mero actor secundario. Resulta casi gratificante saber que el joven de cabellos rizados que tantos embrollos provocó con sus flechas logró encontrar el amor.