¿En qué consistió la Toma de la Bastilla?
La Bastilla era una poderosa fortaleza que dominaba los barrios populares del este de París, símbolo de la autoridad arbitraria de la monarquía absoluta, que en su origen era una fortificación contra los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, y que Richelieu convirtió en prisión del Estado.
La Bastilla es una fortaleza medieval situada en el lado este de París que se convirtió, en los siglos XVII y XVIII, en una prisión estatal francesa y principal lugar de detención para personas importantes acusadas de diversos delitos, símbolo de la autoridad arbitraria de la monarquía absoluta. Entre sus paredes pasaron algún tiempo personajes famosos como el escritor Voltaire, que escribió allí su tragedia Edipo, el marqués de Sade, y Diderot, colaborador de La Enciclopedia.
En su origen se construyó como una fortificación contra los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, pero Richelieu la convirtió en prisión del Estado. La Bastilla, asaltada por una turba armada de parisinos en los primeros días de la Revolución Francesa, fue un símbolo del despotismo de la monarquía borbónica gobernante y ocupó un lugar importante en la ideología de la Revolución.
El 14 de julio de 1789 miles de trabajadores parisinos armados tomaron el lúgubre edificio, que por entonces solo custodiaba a siete prisioneros. Una multitud avanzó hacia la Bastilla con la intención de pedir al gobernador de la prisión, el marqués de Launay, que liberara las armas y municiones allí almacenadas. Enfurecidos por la negativa de Launay, la gente irrumpió y tomó el lugar; esta acción dramática llegó a simbolizar el fin del Antiguo Régimen. Fue el primer paso hacia la Revolución francesa, que ya no se detendría hasta acabar con la monarquía francesa y conducir al rey, Luis XVI, y a su familia a la guillotina.
Cuatro días más tarde el médico inglés Edward Regby, que estaba en París durante los acontecimientos, escribía en una carta "Yo mismo he sido testigo de esta Revolución que es, tal vez, la más notable que se haya llevado a cabo un día en la sociedad humana. El pueblo, grande y sabio, condujo la lucha por los derechos y la liberad de la humanidad".
Posteriormente, la Bastilla fue demolida por orden del gobierno revolucionario.
La Bastilla como prisión estatal
Con sus ocho torres, de 30 metros de altura, unidas por muros de igual altura y rodeadas por un foso de más de 24 metros de ancho, la Bastilla dominaba París. La primera piedra fue colocada el 22 de abril de 1370, por orden de Carlos V de Francia, quien la hizo construir como bastida o fortificación (el nombre Bastille es una corrupción de ‘bastida’), para proteger su muro alrededor de París contra el ataque inglés. La Bastilla, de hecho, fue originalmente una puerta fortificada, pero Carlos VI la convirtió en una fortaleza independiente tapiando las aberturas. En 1557 su sistema defensivo se completó en el flanco oriental con la construcción de un bastión. En el siglo XVII se construyó un bloque transversal que dividía el patio interior en partes desiguales.
El cardenal de Richelieu fue el primero en utilizar la Bastilla como prisión estatal, en el siglo XVII; el número medio anual de prisioneros era de 40, internados por lettre de cachet, una orden directa del rey, de la que no había recurso. Los presos incluían alborotadores políticos y personas detenidas a pedido de sus familias, a menudo para obligar a un miembro joven a obedecer o para evitar que un miembro de mala reputación estropeara el apellido de la familia. Bajo Luis XIV, la Bastilla se convirtió en un lugar de detención judicial en el que el teniente de policía podía mantener prisioneros; bajo la regencia de Felipe II, duque de Orleans, también fueron detenidas allí personas que estaban siendo juzgadas por el Parlamento. Sin embargo, el encarcelamiento por lettre de cachet siguió en vigor y también se colocaron libros prohibidos en la Bastilla. El alto costo de mantenimiento del edificio provocó que se hablara de demolición en 1784.