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El libro de Kells, una joya del arte medieval

Este manuscrito del siglo VIII, considerado uno de los ejemplos más valiosos de arte medieval, se encuentra expuesto en el Trinity College de Dublín.

Hay en el corazón de Dublín una pieza del arte medieval que brilla con luz propia; un hermoso ejemplo de lo que el talento y la dedicación puede llegar a conseguir. En la biblioteca del Trinity College de la capital irlandesa, muy cerca de esas maravillosas hileras de libros que aguardan en la abovedada galería, el Libro de Kells se muestra en todo su esplendor. Un manuscrito medieval cuyo valor trasciende el concepto histórico y se adentra en el campo de la belleza artística.

Considerado por muchos como el libro eclesiástico medieval más famoso de todo el mundo, el Libro de Kells es un manuscrito que contiene los cuatro evangelios de la vida de Jesucristo basados en el texto latino de la Vulgata de San Jerónimo (384 d.C.), escrito en vitela de piel de becerro y formado por 340 páginas con escritura insular, sistema de origen irlandés que se extendió al resto de las islas y el norte de Europa. Se cree que el Libro de Kells, que por entonces no se conocería por ese nombre, empezó a redactarse e ilustrarse en el scriptorium de Iona, oeste de Escocia, en el siglo IX hasta que los ataques de saqueadores vikingos hicieron que el libro fuese llevado a Irlanda para su protección junto a algunos monjes. Estos supervivientes se instalarían en el monasterio de Kells, condado de Meath, donde se completaría el texto. Puede que fuese este traslado el que hizo del manuscrito un ejemplo paradigmático del arte hiberno-sajón, estilo pictórico resultado de la influencia de la Irlanda católica en los monasterios sajones.

Ilustración del Libro de Kells. Imagen: Wikimedia Commons.

Libro de KellsIlustración del Libro de Kells. Imagen: Wikimedia Commons.

Los expertos han conseguido diferenciar la mano de tres artistas distintos en las ilustraciones y cuatro escribanos en el texto, apreciando diferencias tanto en acabados como en estilo o preferencias de color. Las páginas del Libro de Kells están plagadas de impresionantes imágenes que van desde ornamentadas letras capitales al principio de los párrafos hasta intrincados dibujos que ocupan páginas enteras y tan llenos de detalles que algunos expertos los han comparado con el trabajo de un orfebre. Entre los colores empleados se destacan intensos azules, amarillos, rojos y verdes obtenidos a partir de pigmentos minerales procedentes del norte de Europa y de las islas y combinados siguiendo una técnica que incluía tres pigmentos sobre una capa base. Por la calidad de sus acabados y el coste que debía suponer crear una pieza de esta magnitud se cree que el Libro de Kells estaba pensado para usarse solo en ceremonias o fechas especiales como la Pascua, no para los servicios diarios.

El Libro de Kells es una pieza única, descrita en la crónica medieval Los anales del Ulster como “el mayor tesoro del mundo occidental” y cuyo valor reside en la lujosa decoración que ocupa sus páginas, plagada de imágenes de gran calidad de plantas, animales y personas como marco de una alegoría a la vida de Jesús. Durante la Edad Media el libro era considerado una reliquia de San Columba de Iona, adorada por los feligreses de Kells hasta 1641, cuando el monasterio fue destruido y el libro enviado a Dublín para su conservación en 1653. El Libro de Kells lleva bajo la protección del Trinity College desde el siglo XVII y comenzó a exponerse en su biblioteca a mediados del XIX. Se estima que, cada año, medio millón de visitantes se acercan a la vieja biblioteca de la universidad dublinesa para contemplar esta pieza de puro arte medieval.

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