Tenzin Gyatso, el XIV Dalái Lama
El actual líder espiritual del budismo tibetano nació el 6 de julio de 1935 y ocupa su cargo desde 1939.
Para la religión budista tibetana, el Dalái Lama es la reencarnación de Buda Gautama y la máxima autoridad política y espiritual del escarpado país. Reconocidos como Bodhisattva, un seguidor de las enseñanzas de Buda que busca la salvación de todas las personas, los budistas piensan que el alma de esta persona se reencarna en otros cuerpos para poder completar su misión. Así, el primer Dalái Lama ocupó este cargo entre el 1391 y el 1474 y Tenzin Gyatso, la XIV y última reencarnación hasta la fecha, lo hace desde 1939.
Gyatso nació el 6 de julio de 1935 en una pequeña aldea cerca de Taktser (Tíbet); su nombre al nacer era Lhamo Dhondup y sus padres eran agricultores. Cuando solo tenía 2 años fue reconocido como la reencarnación del XIII Dalái Lama, Thubten Gyatso, y comenzó a ejercer como Lama en 1939 y a recibir su formación en monasterios budistas, que concluyó en 1959 cuando Gyatso superó su examen final en el templo de Jokhang de Lhasa con honores y consiguió el título de Geshe Lharampa (equivalente a un doctorado para los budistas tibetanos).
Este Dalái Lama tendría que hacer frente a una de las situaciones más delicadas de la historia del Tíbet: la invasión china de 1950. Asumiendo plenos poderes políticos, comenzó un proceso de negociación con dirigentes chinos como Mao Zedong y Deng Xiaoping pero el fallido alzamiento tibetano de 1959 desembocó en una brutal represión por parte de los ocupantes chinos e hizo que el Dalái Lama tuviera que exiliarse a la India junto a unos 70.000 tibetanos. Desde ese momento Tenzin Gyatso vive en Dharamsala, en el Himalaya indio, y ha dedicado su vida a buscar la libertad del Tíbet a través de la vía pacífica.
Las circunstancias en las que Gyatso tuvo que ejercer como Dalái Lama le obligaron a asumir un papel especialmente activo en el mundo de la política. Desde su nueva sede en la India, el Lama se dedicó a viajar por todo el mundo dando a conocer la causa tibetana y la situación que vivía su pueblo bajo el dominio chino. La Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea y países como Estados Unidos le han dado voz y reconocido como el importante líder político en que se ha convertido. Su defensa de la democracia y del pacifismo para conseguir la liberación del Tíbet le valió la obtención del Premio Nobel de la Paz en 1989.
Aunque el Tíbet sigue lejos de librarse completamente de China, las acciones de este Dalái Lama han provocado revuelo y ha sido víctima de varios intentos de asesinato. En 2011 se convirtió en el primer Dalái Lama que pedía a la Asamblea de Diputados del Pueblo Tibetano que se separase el liderazgo político del espiritual, dando un nuevo paso hacia la instauración de un sistema democrático en su país y abriendo la puerta a grandes cambios en la tradicional sucesión de los Dalái Lamas.