El zar Nicolás II y su familia son fusilados
La familia imperial rusa fue apresada por los bolcheviques en julio de 1917 y fusilados de forma sumaria un año después en una casa de Ekaterimburgo.
El 17 de julio de 1918, con los tambores de la revolución aún resonando en el país, el zar Nicolás II, su familia (su mujer Alexandra, sus hijas Maria, Olga, Tatiana y Anastasia y su hijo Alexei) y cuatro criados fueron asesinados en el sótano de la Casa Ipatiev, en Ekaterimburgo.
El zar abdicó del cargo en marzo (febrero según el calendario juliano vigente por aquel entonces en Rusia) de 1917, cuando una revuelta armada de soldados y trabajadores se descontroló. El gobierno del país fue asumido por Alexander Kerensky pero aquello solo había sido un preludio de lo que estaba por venir. Nicolás II y su familia permanecieron en el palacio Alexander, su residencia predilecta cerca de Petrogrado, hasta julio de ese mismo año, cuando fueron trasladados a la región siberiana de Tobolsk para su protección. Allí, aunque no dispusieron de los lujos y las comodidades a las que estaban acostumbrados, fueron bien recibidos y pudieron disfrutar del aire libre mientras se alojaban en la finca del gobernador. Permanecieron allí hasta julio de 1918, cuando los soviéticos ya se habían hecho con el poder y veían a los Romanov como un estorbo.
En primavera, las autoridades soviéticas trasladaron a la familia imperial a Ekaterimburgo, ciudad profundamente antizarista, donde los encerraron en una casa aislada del mundo exterior y les quitaron todas sus pertenencias de valor, entre ellas sus cámaras fotográficas. El día 14 llamaron a un sacerdote local para que oficiara una misa con los prisioneros y este fue su último contacto con el mundo exterior. En la madrugada del día 17, doce soldados reunieron a los Romanov y a sus sirvientes en el sótano de la casa Ipatiev y les dispararon con armas cortas y a poca distancia. Su misteriosa desaparición fue acallada por las autoridades pero su destino parecía de sobra conocido por el resto del mundo.
En 1977, coincidiendo con el 60 aniversario de la Revolución Rusa, la casa Ipatiev fue derruida para evitar que se convirtiera en un lugar de peregrinación de personas contrarias al régimen soviético y en 2003, tras el final de la Guerra Fría, se construyó en el solar la iglesia de la Sangre Derramada como recordatorio y homenaje.
1790 Muere Adam Smith
El 17 de julio de 1790 murió en Panmure House, Edimburgo, el filósofo y economista Adam Smith, padre teórico del liberalismo económico.
Letrado e intelectual, Smith cursó estudios en instituciones de prestigio como las universidades de Glasgow y Oxford y ejerció como profesor en ambas. Su teoría, descrita en La riqueza de las naciones (1776), expone que el interés egoísta de un sujeto puede repercutir positivamente en otras personas y en el conjunto de la sociedad y que existe una fuerza (la mano invisible) capaz de equilibrar esta situación a través de las leyes de la oferta y la demanda en los mercados. Además, Smith creía que la bondad del ser humano aseguraría que no se produjeran situaciones de abusos de poder y que las personas acabarían prefiriendo ceder parte de su riqueza o beneficio en favor de otros que lo necesitaran.
Las teorías de Adam Smith aparecen como pilares fundamentales del modelo liberal capitalista tan presente en las sociedades occidentales desde finales del siglo XVIII pero, al igual que otras teorías, presenta problemas al aplicarlo a un mundo real mucho más complejo que el imaginado por su creador. Uno de los casos más destacados es que, si bien la oferta y la demanda sí tienden a equilibrar los mercados, la contraposición entre egoísmo y empatía de la que hablaba Smith resulta menos regular.
1917 Jorge V de Inglaterra establece que la casa real británica será la casa de Windsor
El 17 de julio de 1917, el rey Jorge V de Inglaterra proclamó una ley por la cual, desde ese momento, la familia real británica y todos sus descendientes llevarían el apellido Windsor.
Hasta entonces, la casa real de las islas británicas era conocida como Casa de Sajonia-Coburgo y Gotha desde el nacimiento de Eduardo VII, hijo de la reina Victoria de Hanover y Alberto de Sajonia-Coburgo y Gotha y padre de Jorge V. De hecho, la propia casa de los Hanover era de origen alemán y hasta ese momento las raíces germanas de la corona nunca habían supuesto un problema, pero 1917 fue el año clave de la Primera Guerra Mundial y Gran Bretaña era enemiga de Alemania. Queriendo distanciarse de todo aquello que recordara al país con el que estaban combatiendo en las trincheras de Europa, Jorge V decidió que la familia real británica sería conocida por el nombre de Windsor, mucho más inglés al oído y que hacía referencia al lugar donde la corona tenía una residencia desde el siglo XII.