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Se estrena ‘Blancanieves y los siete enanitos’

El clásico de Walt Disney Studios fue el primer largometraje animado de la historia y supuso un gran riesgo para su creador, recompensado por un enorme éxito.

El 21 de diciembre de 1937 tuvo lugar el estreno en Los Ángeles de Blancanieves y los siete enanitos, un clásico de Walt Disney basado en el cuento de los hermanos Grimm y que fue el primer largometraje de dibujos animados de la historia.

En los años 30, los dibujos animados se solían utilizar para realizar simpáticos cortos cinematográficos que se proyectaban antes de las películas o entre una proyección y otra pero a Walt Disney no le bastaba con eso. Con cierto renombre dentro del mundo de la animación y sus famosos Silly Symphonies o las historietas de Mickey Mouse o el Pato Donald, el creativo quiso sacar adelante un proyecto que, según se dice, había concebido cuando tenía 15 años y leyó por primera vez el cuento de los hermanos Grimm sobre una hermosa joven y siete hombrecillos que la ayudaban. La idea suponía algo nuevo y de hecho fueron muy pocos los que no le apoyaron (en Hollywood se le llamaba al proyecto ‘la gran locura de Disney’ y su hermano y cuñada le aconsejaron repetidamente que no siguiera adelante con él). El proyecto empezó con un coste de 250.000$ que acabó ascendiendo hasta el millón de dólares y para mantenerlo a flote Disney tuvo que hipotecar su casa.

A pesar de las pocas esperanzas que había en ella, la película resultó ser un éxito absoluto. Fue la película más taquillera de su momento (aunque por poco tiempo, ya que en 1939 se estrenó Lo que el viento se llevó), la primera en contar con merchandising en el momento de su lanzamiento y la primera en la que se comercializó la banda sonora. Blancanieves y los siete enanitos se llevó 7 estatuillas de la Academia del Cine y Walt Disney una honorífica. A día de hoy, sigue siendo un clásico atemporal que marcó el camino a seguir por la compañía.

1940 Muere Francis Scott Fitzgerald

El 21 de diciembre de 1940 murió en Hollywood, Los Ángeles, el escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald. Miembro de la llamada Lost Generation y considerado por muchos el máximo exponente literario de la ‘era del jazz’, falleció a causa de un infarto agudo de miocardio a los 46 años.

Nacido en Saint Paul, Minnesota, era hijo de inmigrantes irlandeses y fue educado en un ambiente católico tradicional típico de la isla esmeralda. Dejó sus estudios en Princetown para alistarse y marchar a Europa durante la Primera Guerra Mundial y su carrera despegó en 1920 con la publicación de A este lado del paraíso, novela que le concedió cierto renombre y le abrió las puertas de muchas revistas en las que publicaba relatos cortos. Establecido en París durante la década de 1920, él y su mujer Zelda participaron en el movimiento cultural que estaba desarrollándose en esos momentos en la ciudad y fue conocido de los demás miembros de la Generación Perdida, entre ellos Ernest Hemingway.

Aun teniendo en cuenta la escueta producción literaria del autor (en lo referente a novelas), en 1925 publicaría El gran Gatsby y se consagraría como uno de los escritores de referencia. A esos años de bonanza los siguió un periodo de fracasos y miseria acentuado por su alcoholismo y la demencia de Zelda. Fitzgerald estaba insatisfecho con El gran Gatsby y quiso escribir una novela que sería su obra culmen pero que quedó incompleta y se publicó de forma póstuma bajo el título de El último magnate. En sus últimos momentos, de vuelta en Estados Unidos, trabajó como guionista anónimo para productoras de Hollywood.

1959 El presidente Eisenhower visita España

El 21 de diciembre de 1959, alrededor de 1 millón y medio de españoles fueron testigos de la primera visita oficial del presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower a la España de Franco. El encuentro supuso un reforzamiento del acuerdo de colaboración al que se había llegado en 1953, el comienzo del llamado “milagro español” y la prueba de que el régimen franquista había conseguido sobrevivir al aislacionismo europeo.

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial Franco, que había subido al poder en 1939, fue visto por los victoriosos Aliados como un secuaz del nazismo y un régimen totalitario dentro de la democrática Europa Occidental por lo que se decidió hacer un bloqueo diplomático y comercial que acentuó aún más las consecuencias del sistema autárquico promovido por el régimen. Pero la cosa cambió drásticamente en 1953, cuando la amenaza de la URSS se veía mucho más cercana y Estados Unidos quiso buscar un nuevo apoyo que sirviera como dique de contención contra el comunismo, y quien mejor que el general/dictador que había hecho de la lucha contra “los rojos” su seña de identidad.

En septiembre de 1953 se firmaron los Acuerdos de Madrid en los que se establecía un soporte militar de Estados Unidos a España, una ayuda económica que Berlanga parodió en Bienvenido Míster Marshall y el establecimiento de las bases militares de Zaragoza, Torrejón de Ardoz, Morón de la Frontera y Rota controladas por Estados Unidos. A los dos años España sería aceptada en la ONU (organización que la había condenado no hacía mucho) y con la visita de Eisenhower se consolidaría una colaboración que sirvió para blanquear al régimen en el ámbito exterior y propiciar el establecimiento definitivo de la dictadura franquista en España, que ahora se veía reforzada en lo económico y con una opinión popular favorable al régimen.

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