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¿Por qué Enrique VIII se convirtió en un rey tirano?

Fue un monarca que a mitad de su vida sufrió un grave deterioro físico.

Enrique VIII de Inglaterra (1491-1547), protagonista de la serie de televisión "Los Tudor", fue un monarca que a mitad de su vida sufrió un grave deterioro físico y mental que lo transformó en un personaje tiránico que incluso llegó a mandar ejecutar a dos de sus seis esposas. La bioarqueólogoga estadounidense Catrina Banks y la antropóloga Kyra Kramer han llegado a la conclusión que la clave de su mala salud física y mental, así como sus problemas de fertilidad, podrían explicarse si era portador del antígeno Kell, una proteína de los glóbulos rojos de la sangre que sólo posee alrededor de una de cada 500 personas.

Según explican las investigadoras en la revista The Historical Journal, el diagnóstico es consistente con el hecho de que sus dos primeras esposas, Catalina de Aragon y Ana Bolena, se quedaron embarazadas una vez, pero tuvieran desde ese momento múltiples abortos. Una mujer negativa para el antígeno Kell puede tener un niño sano en su primer embarazo, pero los anticuerpos que a partir de ese momento produce atacan a los fetos que llevan la proteína en su sangre en los siguientes embarazos.

Además, las autoras sospechan que Enrique VIII sufría síndrome de McLeod, un desorden genético ligado a mutaciones del gen de Kell que explicaría por qué sufrió una transformación a mitad de su vida, pasando de ser un sujeto "generoso, fuerte y atlético" antes de los cuarenta a convertirse en un "monstruo paranoico" a partir de dicha edad. De hecho, el síndrome de McLeod suele manifestar síntomas neurológicos - convulsiones, demencia y alteraciones en el comportamiento- entre los 30 y 40 años. Esta enfermedad también podría estar detrás de las úlceras que sufría el monarca en las piernas. Y es probable que, además, padeciera una grave anemia.

Los registros históricos no dicen nada acerca de si Enrique VIII mostraba otras señales físicas propias del síndrome de McLeod ,como contracciones musculares (tics y espasmos) o hiperactividad.

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