Las historias, cuentos y novelas están llenas de grandes personajes femeninos. Desde el siglo XIX y hasta la actualidad, el rol que desempeñan en sus tramas ha ido evolucionando
Para muchos, los libros son un refugio. Una vía de escape del día a día que nos conduce hasta un mundo distinto, complejo y misterioso en el que pasan cosas increíbles a cada rato y podemos conocer a personas fascinantes (por buenas o por malas) que nos marcarán en adelante. Nos permiten pasear por el luminoso Nueva York de los años 40, adentrarnos en los pasillos de colegios encantados, cabalgar espada en mano contra las fuerzas enemigas o dejar que el tiempo se detenga durante ese baile en el gran salón. Con un libro se puede hacer de todo, se pueden vivir todas las vidas.
Simplificando mucho las cosas, podemos distinguir tres grandes elementos que hacen que un libro sea especial: la escena, la acción y los personajes. Con la escena nos referimos al entorno (o entornos, que anda que no hay libros trotamundos) en el que se desarrolla la historia; esos lugares que dan ambiente y llenan de detalles nuestra mente a través de las descripciones del autor. La acción es la trama en sí, la clásica estructura de ‘Introducción, nudo, desenlace’ o cualquiera de sus variables. Son los hechos que componen la historia y que nos mantienen al borde del sillón mientras leemos, deseando terminar el capítulo para poder seguir leyendo el siguiente. Los personajes son el alma de cualquier libro. Nuestros Virgilios particulares que nos harán de guías durante el viaje y a los que llegaremos a conocer como si los hubiéramos tenido delante. Los personajes abren sus carnes para el lector y le permiten asomarse no solo a sus alegrías y sus desdichas, sino también al rinconcito más recóndito de su alma.
Precisamente son los personajes los que, en general, harán que una historia se nos quede en la memoria. A lo largo de la lectura llegamos a ponernos en su lugar, empatizamos con ellos, tememos por lo que les pueda pasar. Tantos siglos de historia humana nos han dejado grandísimas historias y titánicos personajes de los que seguimos hablando hoy en día. En esta galería hemos querido hacer un homenaje a algunos de los personajes femeninos más importantes de la literatura y la ficción.
Aun cuando desarrollaron papeles secundarios en muchos casos o fueron usadas como una personificación de los clichés y las discriminaciones de la época, estas mujeres salidas de las páginas de los libros lograron hacerse un hueco en la historia y por eso las recordamos con cariño.
Imagen: Wikimedia Commons
Circe
A Circe, la hechicera, la conocimos por primera vez en la Odisea de Homero, cuando los barcos de Ulises llegaron a la isla de Eea y buscaron refugio en su hogar. Hija del dios Helios, se dice que sus conocimientos en herboristería y magia la convertían en una poderosa hechicera y le otorgaban una gran habilidad para la creación de pociones mágicas. Circe hacía que los visitantes que aparecían en su isla olvidasen su hogar y quisieran permanecer allí con ella y, cuando alguien la ofendía, lo convertía en un animal.Mientras que en el relato homérico aparece como una nueva traba para Ulises en su camino de regreso a casa, en 2019 Madeline Miller publicó la novela Circe, que traslada la acción a la perspectiva de la hechicera y nos permite conocerla de forma mucho más personal y compleja.
Imagen: Wikimedia Commons
Penélope
La reina de Ítaca, esposa de Ulises y madre de Telémaco, es un personaje importante en la historia de la Odisea pero sin apenas peso en la trama concreta. Penélope es ninguneada por su hijo y por los pretendientes, tratada básicamente como un trofeo que unos y otros quieren apropiarse (más por el título y las riquezas que trae que por ella misma), y se la presenta como a una esposa fiel y devota que se pasa los días llorando por los rincones esperando a que vuelva su maridito.En 2005, Margaret Atwood (autora de El cuento de la criada) publicó un relato breve titulado Penélope y las doce criadas en el que convierte a Penélope en la protagonista, nos cuenta cómo conoció a Ulises y cómo fue para ella vivir todos esos años de ausencia de su marido.
Imagen: iMDB
Scout Finch
La inocente mirada de Jean Louise Finch (Scout para su familia y amigos) nos sirve de ventana a través de la que contemplar la poderosa historia de Matar a un ruiseñor, la obra más conocida de Haper Lee. Planteada como una narración en primera persona, la novela nos lleva tras los pasos de esta niña de Alabama y su hermano Jem en el tranquilo (al menos al principio) pueblo de Maycomb: las peleas en casa, las lecciones de su padre Atticus, sus veranos con Dill, el misterio de la mansión Radley y la triste realidad social de la que irá dándose cuenta con el paso de los años.
Imagen: Store Norske Leksikon
Jane Eyre
Considerada como una de las primeras novelas feministas modernas, Jane Eyre es la obra más conocida de Charlotte Brontë y en su momento fue bastante polémica por la forma que tenía de mostrar los pensamientos y la actitud de la protagonista. Jane Eyre es una mujer joven que se sobrepone a todas las dificultades que le plantea la vida, manteniéndose humilde y firme a sus convicciones a pesar de todo y que siente un amor sincero por el protagonista masculino, el señor Rochester.
Imagen: iMDB
Éowyn
La dama blanca de Rohan es uno de los secundarios más interesantes de El señor de los anillos. Valiente y decidida, Éowyn es una dama noble que no duda en abandonar sus vestidos y ceñirse la espada al cinto para defender a su pueblo y a su familia. El momento cumbre de este potente personaje llega cuando, durante la batalla de los campos de Pelennor, Éowyn planta cara al mismísimo Rey Brujo y lo derrota.
Imagen: iMDB
Hermione Granger
Referente popular para muchas mujeres y niñas en la actualidad, el personaje de Hermione Granger evoluciona desde su papel de ‘sabelotodo repipi’ en las primeras novelas de Harry Potter hasta convertirse en una joven decidida, capaz, inteligentísima y valiente que salva el cuello a los protas masculinos en más de una ocasión. Hermione es un personaje con gran carácter y peso en la historia, que rompe con el arquetipo de intelectual y logra robarse la escena en más de una ocasión.
Imagen: Wikimedia Commons
Lady MacBeth
Ambiciosa y despiadada, Lady MacBeth es uno de los personajes más importantes en la obra del eterno bardo, aunque su presencia va disminuyendo conforme avanza la trama. Esposa del protagonista, al principio de la obra actúa como un ‘diablo sobre el hombro’ de MacBeth al convencerle de que debe asesinar a Duncan para usurpar su lugar en el trono, pero la culpa empieza a consumirla y acaba conduciéndola a la locura y el suciidio.
Imagen: Wikimedia Commons
Jo March
La protagonista principal de Mujercitas, novela de Louisa May Alcott basada en su propia vida, es una joven de quince años rebelde, inconformista y rompedora que rechaza abiertamente el papel y las encorsetadas normas que la sociedad de la época impone a las mujeres y se promete escapar de ellas y vivir aventuras. Su relación con sus hermanas y lo poco que le cuesta expresar sus pensamientos en público la convierten en un personaje fascinante y de gran profundidad. La idea original de la autora era que Jo terminase la historia soltera y habiendo logrado grandes éxitos como escritora, pero su editor pensó que una novela con ese final no se vendería y Alcott terminó por cambiarlo, casando a Jo con un maestro.
Imagen: Wikimedia Commons
Hester Prynne
Protagonista de La letra escarlata (Nathaniel Hawthorne), Hester Prynne es una mujer que llega sola al Nuevo Mundo buscando una vida mejor. Asentada en un pueblo de la Nueva Inglaterra puritana, su marido desaparece durante el viaje y se le da por muerto, tras lo cual Hester comenzaría una relación con otro hombre y quedaría embarazada. Acusada por sus vecinos de adulterio, será obligada a llevar una letra ‘A’ de color rojo sobre la ropa, marcándola de por vida. Hester Prynne presenta una curiosa dualidad por la que desea vivir en paz y en libertad pero, al mismo tiempo, acepta el castigo impuesto por una sociedad de miras demasiado estrechas.
Imagen: Wikimedia Commons
Daenerys Targaryen
Ya vimos su final en la serie pero debemos esperar a ver qué hace George RR Martin con ella en los libros. Daenerys de la Tormenta, de la casa Targaryen, primera de su nombre, la que no arde, reina de los ándalos y los primeros hombres, Khaleesi del Gran mar de Hierba, rompedora de cadenas y madre de dragones (lo sentimos, teníamos que ponerlo) es uno de los personajes más interesantes que se nos presentan en el mundo de Poniente; una princesita exiliada a la que casan con un salvaje dothraki que crece hasta convertirse en una gran líder tan temida como respetada. La evolución que vemos en ella se convierte en el elemento más relevante de su arco argumental y, durante los últimos años, ha sido un referente popular.
Imagen: Wikimedia Commons
Holly Golightly
Por este nombre la conocimos en el libro de Truman Capote y la recordamos en la maravillosa interpretación de Audrey Hepburn, pero lo cierto es que la protagonista de Desayuno con diamantes también responde al nombre de Lulamae Barnes. No se trata simplemente de dos nombres o dos identidades, sino de dos personas que habitan un mismo cuerpo y una no se entiende sin la otra. Lulamae es esa joven de un pueblo perdido de Texas a la que la vida le ha pasado por encima tantas veces que ya ni lo siente y Holly es la muñeca hecha a partir de los pedazos rotos de Lulamae, un nuevo cascarón que busca cumplir sus sueños de riqueza y lujo en Nueva York y esconde la tristeza y la soledad heredadas de su antiguo yo.
Imagen: Wikimedia Commons
Mulan
Otro personaje que probablemente conozcamos más por la película de animación de 1998 que por su material original: un poema chino del siglo VI. Hua Mulan es una guerrera legendaria del país asiático que aparece como protagonista en numerosas composiciones poéticas, narraciones breves y obras de teatro. Aun con algunas variaciones, la característica más destacable de Mulan es que decidió hacerse pasar por hombre e ir a la guerra, destacando por su habilidad con las armas y su fiereza en el combate. Se desconoce si Hua Mulan existió realmente o si solo se trata de un personaje de ficción, pero es un icono de la cultura china y ha sido utilizada como símbolo de sacrificio por la patria durante siglos.
Imagen: iMDB
Leia Organa
A pesar del título de princesa, ya desde su primera aparición se nos deja claro que Leia Organa no es la típica damisela en apuros. El personaje femenino más importante del universo Star Wars es una mujer decidida y con carácter, inteligente y capaz de salir de las situaciones más complicadas gracias a su habilidad estratégica o a su buena puntería con el bláster. George Lucas se basó en La fortaleza escondida, de Akira Kurosawa, para crear Una nueva esperanza y el personaje de Leia recuerda mucho al de la princesa Yuki.
Imagen: Wikimedia Commons
Mary Poppins
Grabada en la memoria de muchos gracias a la película de Disney y la actuación de Julie Andrews, Mary Poppins es la protagonista de la novela escrita por P.L. Travers en 1934. Se trata de una mujer ‘casi perfecta en todos los sentidos’ que trabaja como niñera en casa de la familia Banks y utiliza la magia para cuidar, enseñar y entretener a los niños. Aunque cariñosa y una gran profesional, Mary Poppins también es descrita como una mujer seria y bastante estricta, egoísta y muy vanidosa.
Imagen: Alianza Editorial
Bernarda Alba
Cruel, déspota, violenta, autoritaria, hipócrita… y la lista sigue. Bernarda Alba es esa versión tiránica e inmovilista del mundo que pretende mantenerlo todo bajo su control y solo se rige por las normas del 'qué dirán'. Madre de cinco hijas a las que siempre ha tenido atadas en corto, representa lo peor de la clase alta rural de esa España de principios del siglo XX, obsesionada con las apariencias y unas supuestas normas morales escritas sobre en piedra y con sangre. El encarcelamiento impuesto a sus hijas tras la muerte de su padre desencadenará una serie de disputas internas cuyas consecuencias escaparán a su ansiado control.
Imagen: Wikimedia Commons
Shehrazade
Shehrazade (o Scheherezade) es una de las protagonistas y la principal narradora de Las mil y una noches. La joven se ofrece a casarse con el sultán Shahriar, que desposaba una virgen cada noche y la mandaba decapitar al día siguiente. Para salvar la vida, Sheihrazade le propone a su nuevo marido contar un cuento que va extendiendo día tras día, dejando al sultán con ganas de más y haciendo que este le perdone la vida. Para cuando Sheihrazade acaba su historia, el sultán se ha enamorado de la joven y ha aprendido una serie de valores que le hacen corregir su comportamiento.
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