Escrita en latín, la literatura romana, aún sigue siendo un legado perdurable de la cultura de la antigua Roma. Algunas de las primeras obras existentes son epopeyas históricas que cuentan la historia militar temprana de Roma, seguidas (a medida que la República se expandió) por poesía, comedias, historias y tragedias.
La literatura latina se basó en gran medida en las tradiciones de otras culturas, en particular la tradición literaria más madura de Grecia, y la fuerte influencia de los primeros autores griegos es evidente. Quedan pocas obras del latín antiguo aunque sí que han conseguido sobrevivir algunas de las obras del comediógrafo latino Plauto, por ejemplo.
Roma tenía una cultura literaria vibrante y consumada, nacida de las tradiciones establecidas de la Antigua Grecia. Livius Andronicus, un prisionero de guerra griego, tradujo la primera obra de teatro al latín en 230 a. C. y pronto los autores romanos comenzaron a crear sus propios dramas, historias y poesía épica.
Por lo general, se considera que la "Edad de Oro de la literatura romana" abarca el período desde aproximadamente el comienzo del siglo I a. C. hasta mediados del siglo I d. C. Esta edad se correspondió con el reinado del primer emperador, Augusto. Este corto período produjo tres poetas de gran talento: Horacio, Ovidio y Virgilio, algunos de los que hoy citaremos. De hecho, las tendencias helenizantes del latín del Siglo de Oro alcanzaron su cúspide en la poesía épica de Virgilio, las odas y sátiras de Horacio y las coplas elegíacas de Ovidio.
El emperador Augusto era muy consciente del valor de la propaganda como medio para promocionarse a sí mismo y, por lo tanto, deseaba que sus logros se recordaran en poesía, con la intención de perdurar. En consecuencia, el secuaz de Augusto y ministro no oficial de cultura, Mecenas, desempeñó un papel activo en alentar a los poetas y dirigir sus esfuerzos hacia la producción de tales panegíricos. De una forma u otra, las obras de los tres poetas del Siglo de Oro fueron reacciones directas al patrocinio de Augusto.
La "Edad de Plata de la literatura romana" se extendió hasta el siglo II d.C., un período durante el que la poesía elocuente, a veces grandilocuente, de Séneca el Joven y Lucano dio paso al estilo más sobrio y clasicista de las letras de Plinio el Joven y las poderosas sátiras de Juvenal.
Catulo
Cayo Valerio Catulo (84-54 a. C.) era un aristócrata habituado a moverse dentro de los círculos más poderosos, que cenó incluso con Julio César después de haberse burlado de este en verso. Su amor incondicional por una mujer a la que llamó Lesbia (probablemente Clodia Metelli) inspiró gran parte de su poesía, que sobrevivió en un solo manuscrito de 116 versos. El poeta Catulo fue importante porque dejó de lado los temas épicos y abrazó la poesía íntima y personal. Escribió a sus amigos y amantes, atacó a sus enemigos (y a los amantes de sus amantes) en un lenguaje bastante obsceno. Sus poemas sobre la muerte, incluido el de su hermano, son profundamente conmovedores.
Poemas de Catulo
“Odio y amo. Por qué hago esto, quizá preguntas.No lo sé, pero siento que es así y me torturo”. “Vivamos y amemos, sin importarnos un carajo lo que digan los viejos amargados. El sol que se pone puede salir de nuevo, pero cuando nuestra luz se ha hundido en la tierra, se ha ido para siempre ".
Ovidio
Ovidio es considerado el principal poeta del amor romano. Se mudó a Roma cuando era adolescente y escribió sobre la vida sensual que disfrutaba en la sociedad romana de clase alta. Como si de un Casanova romano se tratarase, se casó tres veces, tuvo un gran número de amantes y se vio envuelto en un escándalo sexual muy conocido. "Ofrecido un paraíso sin sexo, yo diría que no, gracias, las mujeres son un infierno tan dulce", decía el poeta. También fue un gran narrador. Su Metamorfosis contó la historia de los dioses griegos en un contexto romano, pero también se burló de ellos.
Poema de Ovidio
“Soldado es todo enamorado y Cupido tiene su propio campamento; Ático, créeme, soldado es todo enamorado. La edad que es adecuada para la guerra, lo es también para el Amor. Fea cosa es un soldado viejo, fea cosa el amor de un viejo. Los ánimos que los jefes buscan en un soldado valiente, son los que busca una bella joven en el hombre que le acompaña. Hacen vela los dos, en tierra descansan uno y otro, uno guarda la puerta de su dueña, el otro la de su general. El deber de un soldado es el largo camino. Envía tú lejos a una joven: el valiente amante la seguirá al fin del mundo. ¿Quién, a no ser un soldado o un amante soportará los fríos de la noche y las nieves mezcladas con la tupida lluvia?”(fragmento de Amores)
Horacio
Quinto Horacio Flaco fue el primer gran poeta de la edad de oro de la literatura romana. Hijo de un esclavo liberado, se convirtió en el poeta favorito del emperador. Compuso poemas patrióticos alabando el reinado de Augusto y escribió poemas que celebraban eventos específicos de su vida, tal y como el emperador deseaba. Pero no todo eran alabanzas. Horacio también escribió sátiras que contrastaban con su poesía cortesana; estaban escritas en un tono mucho más cotidiano, del día a día. Estas sátiras se burlaban de comportamientos pintorescos de los humanos. Escribió cuatro géneros: epístolas, odas, épodos y sátiras. Muchas frases latinas de su poesía se utilizan en nuestros días como “carpe diem” (aprovecha el momento), y “Dulce et decoro est pro patria mori” (Es dulce y apropiado morir por tu país).
Poema de Horacio
“No pretendas saber, pues no está permitido, el fin que a mí y a ti, Leucónoe, nos tienen asignados los dioses, ni consultes los números babilónicos. Mejor será aceptar lo que venga, ya sean muchos los inviernos que Júpiter te conceda, o sea este el último, el que ahora hace que el mar Tirreno rompa contra los opuestos cantiles. No seas loca, filtra tus vinos y adapta al breve espacio de tu vida una esperanza larga. Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso. Vive el día de hoy. Captúralo. No te fíes del incierto mañana”(Carminum I, 11 – Carpe Diem)
Virgilio
Publio Virgilio Marón (70 a. C. - 19 a. C.) escribió el gran poema épico de Roma conocido como la Eneida, la historia de Eneas, un refugiado troyano que según el mito llegó a Italia para fundar la ciudad. Aunque su biografía está llena de incertidumbres, se sabe que trabajó como abogado antes de dedicarse completamente a la poesía. Y, al parecer, la timidez y la mala salud le habrían acompañado durante toda su vida. La Eneida es considerada su obra más importante y sus 12 libros tardaron 11 años en completarse, posiblemente por encargo del emperador Augusto. Virgilio fue muy popular en la Antigua Roma.
Poema de Virgilio
“Dicho esto, golpea con la punta del cetro la hueca montaña. Los vientos, en columna, se precipitan por la puerta que se les ha abierto. Soplando en torbellino por las tierras, llegan al mar, se abaten sobre él, lo conmueven desde sus más profundos cimientos: son el Euro y el Noto y el Ábrego preñado de tempestades, y todos juntos hacen que las olas se hinchen y crezcan, rompiendo con violencia en las costas. Los hombres gritan y sus voces se mezclan con el crujido de los cables. Las nubes, de repente, oscurecen el cielo y arrebatan la luz a los troyanos. Una lóbrega noche se cierne sobre el mar. Truenan los cielos. El éter brilla y centellea. Todo anuncia una muerte inminente para los navegantes”(Fragmento de La tempestad).
Séneca el Joven
Lucio Anneo Séneca,, llamado Séneca el Joven para distinguirlo de su padre (el escritor y estadista), pasó a ser conocido por sus obras de carácter moralista. Removió los cimientos de las turbias aguas de la política romana. Se sabe poco sobre los primeros años de vida de este poeta. Nació en España, la patria de su padre, concretamente en Córdoba, y pudo haber pasado algún tiempo en Egipto, antes de su tormentosa carrera en la corte romana, que culminó con su nombramiento como tutor de Nerón cuando este contaba con 12 años en el 49 d.C. ¿Sabías que Nerón, el emperador al que sirvió como tutor y consejero, le ordenó que se suicidara, creyendo que había conspirado contra él? Obediente, Séneca se desangró lenta y dolorosamente hasta morir. Fue uno de los senadores más admirados de Roma y el máximo representante del estoicismo y moralismo romano tras la decadencia de la república romana. Las obras trágicas de Séneca son las únicas obras de este tipo que sobreviven desde la época romana y fueron muy influyentes, especialmente en autores de la talla de William Shakespeare. Thyestes se considera su obra maestra y, como la mayoría de sus obras, es sangrienta y melodramática.
Citas de Séneca el Joven
“La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada”.“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.“Yo poseo las riquezas, pero ellas no me poseen a mí”.“No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”.“Importa mucho más lo tú pienses de ti mismo que lo que otros piensen de ti”.“Es la mente recta la que tiene la verdadera soberanía”.
Lucano
Nacido en Corduba (Córdoba), Marco Anneo Lucano llegó a Roma de niño y más tarde ocupó los cargos de cuestor y augur. La educación de élite de Lucano lo hizo no solo elegible para ocupar un cargo político, sino que también le permitió dedicarse a la escritura de literatura, en particular su Bellum Civile o Farsalia que, con diez libros, cuenta la historia del brutal conflicto civil entre César y Pompeyo (49-45 a. C.) Fue una figura clave dentro del círculo íntimo del emperador Nerón, un gran mecenas de las artes. Su talento poético fue evidente tras el premio recibido en los primeros Juegos Neronianos del 60 e.C. A pesar de su brutal auto-asesinato a una edad tan temprana (también murió desangrado), Lucano dejó un legado impresionante. Su Bellum Civile ofrece un ejemplo de una epopeya que se hace eco de obras canónicas como la Eneida de Virgilio, a la vez que se aleja artística e ideológicamente de la poesía épica anterior.
Citas de Lucano
“Las espadas han sido concedidas para que ninguno sea esclavo”.“No se interprete culpa la defensa, ni se adelante, si el vencer consigo, a la venganza el brazo ni el castigo”.“Con la audacia se encubren grandes miedos”.“Lo que es pecado de muchos queda sin castigo”.“Siempre al valor la adversidad se opuso”.
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