Lo pasado genera un interés en el ser humano. Herodoto, filósofo griego, es considerado el primer historiador conocido y el comienzo de una tradición tan asimilada en la sociedad que parece inherente a ella. Puede que los tiempos hayan cambiado y el papiro haya quedado atrás, pero los nuevos soportes y formatos son capaces de contar la historia mejor que nunca. Ejemplo de esta readaptación a los nuevos tiempos es el parque de recreación histórica Puy du Fou, el cual llega a Toledo para dar vida a la historia de la ciudad imperial española.
Abriendo sus puertas en 1978 y de la mano y mente de Philippe De Villiers, Puy du Fou se presentó como un parque temático en el que la historia francesa cobraba vida y tomaba el protagonismo que en otros lugares pueden tener las montañas rusas. Junto a un castillo renacentista, el parque francés recorría una historia de siglos que comenzaba en la ocupación romana de la Galia, pasando por el nacimiento de Francia como país, las invasiones vikingas, las guerras medievales, el lujo de Versalles o los horrores de la Gran Guerra. A lo largo de sus años en funcionamiento, Puy du Fou ha sido elegido Mejor Parque del Mundo en dos ocasiones y ha recibido numerosos reconocimientos internacionales, siendo el segundo parque más visitado del país.
Esa misma trayectoria se espera reproducir en Toledo con un nuevo parque. La elección de la ciudad de las tres culturas, que fue núcleo sociopolítico de España durante siglos y reunió entre sus muros a las tres grandes religiones que convivieron en la Edad Media, resulta ideal para un parque de recreación histórica. Lo que comenzará en 2019 con un espectáculo al aire libre que hará un recorrido por la historia de España a través de la mirada de los toledanos se convertirá para 2021 en un entorno inmersivo similar a lo visto en Francia, con zonas temáticas que representarán distintos ambientes.
Desde la conversión del rey godo Recaredo I al catolicismo, pasando por la convivencia pacífica bajo el reinado de Alfonso X o las guerras comuneras contra Carlos I y hasta la llegada del ferrocarril a Toledo y su plena incorporación a los tiempos modernos, Puy du Fou y su espectáculo El sueño de Toledo son un homenaje a la historia castellana y a la eterna ciudad que se alza, imperial, sobre la ribera del río Tajo.
El ejemplo francés
El Puy du Fou original se encuentra en el oeste de Francia, junto a un castillo renacentista y en medio de un denso bosque de 50 hectáreas. Desde su apertura en 1978, el proyecto no hizo más que crecer y recibir reconocimientos internacionales, convirtiéndose en el segundo parque temático más visitado del país galo. En él se hace un repaso de la historia francesa desde los tiempos de los romanos, pasando por la invasión vikinga, el auge de los mosqueteros o la participación de Francia en la Primera Guerra Mundial.
Toledo, ciudad de las tres culturas
La elección de Toledo como escenario de un nuevo parque histórico no es en absoluto casual. Desde su toma por Alfonso VI de León en el año 1085, Toledo pasó a conocerse como la ciudad de las tres culturas debido a que en ella se vivió una convivencia pacífica entre cristianos, musulmanes y judíos durante siglos. Incluso cuando esta etapa ya había terminado, la ciudad fue centro político y social de numerosos cambios que viviría España a lo largo de los siglos.
Zonas temáticas
Además del gran espectáculo, sello del Puy du Fou toledano, el parque temático contará con tres zonas temáticas que coinciden con tres ambientes históricos diferenciados y un arrabal o conjunto de viviendas y comercios que surgían extramuros. El campamento musulmán, el gremio de artesanos y la ciudad cristiana estarán abiertos al público a partir de 2021.
El campamento musulmán
Los musulmanes comenzaron la invasión de la península Ibérica en el año 711 y fueron haciéndose con los distintos reinos hasta dominarla casi por completo. Una de las áreas que podremos encontrar en Puy du Fou de Toledo será un campamento musulmán, que contrastará enormemente con los asentamientos cristianos.
El gremio de artesanos
En la Edad Media, los artesanos que trabajaban un mismo oficio comenzaron a organizarse y reunirse a través de los llamados gremios. Con una estructura jerárquica de aprendiz-maestro, los gremios reunían las distintas actividades artesanas y mercantiles para poder defender sus intereses frente a un mercado en crecimiento y una sociedad cambiante. Los talleres de artesanos que encontraremos ejemplos del trabajo y las técnicas empleadas en la época.
La ciudad cristiana
Como contraposición al campamento musulmán, en Puy du Fou encontraremos una ciudad castellana fortificada con casas de mayor tamaño, comercios, iglesias y el arrabal exterior.
Espectáculo 'El sueño de Toledo'
Puy du Fou es conocido por echar toda la carne al asador y las cosas no van a ser distintas en su espectáculo El sueño de Toledo. El espectáculo, que acogerá a un máximo de 4.000 personas, narrará la historia nacional a través de la ciudad de Toledo y de la vida de sus gentes en una combinación de actores, jinetes, acróbatas, bailarines, espadachines, buzos y efectos especiales.
Visión local de la historia
Más allá de narrar los grandes acontecimientos de la historia de España desde aproximadamente mediados del siglo VIII, la recreación y el ambiente que se ha buscado transmitir trasciende lo “nacional” y busca lo local. Se ha contado con la colaboración de expertos, asociaciones históricas y diversas instituciones, como la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas para conseguir captar la manera en que se vivieron los sucesos históricos.
Una historia en el tiempo
El actual casco antiguo de Toledo, lo que en su momento fue el núcleo y origen de la ciudad, está recostado sobre la margen derecha del imponente Tajo y como el agua en movimiento es una metáfora de la vida y el paso del tiempo desde hace mucho, será el río el que sirva de hilo conductor para un recorrido de más de un milenio por la historia.
De los reyes godos a la Reconquista
El viaje en El sueño de Toledo comenzará en época de los reyes godos. Estos monarcas fueron en un principio líderes militares, jefes de grandes ejércitos mercenarios traídos desde Europa por los romanos para sofocar rebeliones, pero cuando el poder del Imperio cayó, asumieron el control de los distintos reinos de la península. Estos primeros monarcas serían quienes comenzarían el proceso de hacer retroceder a los musulmanes en la llamada Reconquista. De entre los reyes de la época destaca Recaredo I, quien asumió el catolicismo como religión oficial.
Alfonso X
El rey Alfonso X el Sabio, en su afán por promover la cultura y el conocimiento, creó la Escuela de Traductores de Toledo y aunó en ella a intelectuales latinos, hebreos e islámicos, cumpliéndose en ella y bajo su reinado uno de los ejemplos más claros de la llamada ciudad de las tres culturas. El rey nació, fue coronado y gobernó desde la ciudad toledana.
En tiempos de los Reyes Católicos
Si con Alfonso X se llegó al momento álgido de la convivencia pacífica entre las distintas culturas y religiones que poblaban la península, a partir del siglo XIV ese sueño fue difuminándose. Con la unión de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, y su cruzada por defender la fe cristiana, el ambiente de tolerancia fue desapareciendo. En 1485 se constituyó el Tribunal de la Santa Inquisición y en 1492, mismo año en que se tomó Granada, se produjo la expulsión de los judíos.
Las luchas comuneras
Cuando Carlos I llegó a España, lo hizo acompañado de consejeros flamencos y casi sin hablar castellano. Sus intereses en gobernar las tierras de sus abuelos eran principalmente económicos y las primeras medidas que tomó fueron la creación de nuevos impuestos con los que asegurar su nombramiento como emperador. Los nobles castellanos veían al nuevo rey como un extranjero que ni conocía ni respetaba las tradiciones y leyes, se sublevaron contra él en la llamada Guerra de las comunidades. En Castilla, Toledo fue la primera ciudad en levantarse contra el monarca, siendo liderada por Juan de Padilla.
El esplendor de la forja espadera
Tras sofocar las revueltas comuneras, Carlos I decidió convertir Toledo en capital del Gran Imperio Español. Además de por las numerosas y espléndidas construcciones de estilo renacentista, Toledo adquirió fama como núcleo de una industria espadera en continuo crecimiento que sirvió para proveer a los soldados españoles del Nuevo Mundo y a los tercios españoles en Europa de armamento durante varios siglos. El acero toledano pasó a ser sinónimo de calidad.
Toledo contra la invasión francesa
En 1808, con Carlos IV y Fernando VII en Francia, las tropas napoleónicas intentaron llevarse al resto de la familia real de Madrid y colocaron al José Bonaparte en el trono. Esto provocó un levantamiento popular que se extendería de la capital al resto del país en la llamada Guerra de Independencia (1808-1814). A pesar de que existía un ejército parcialmente organizado, fueron las guerrillas y milicias populares las que protagonizaron gran parte de los enfrentamientos con los franceses. En Toledo, al igual que en casi todo el territorio castellano, los guerrilleros y bandoleros aprovechaban el mayor conocimiento del terreno y la ayuda de la población rural para asaltar y sabotear a los franceses.
La llegada del ferrocarril
Toledo fue incorporada al entonces escueto sistema ferroviario español en 1868, siendo la sexta capital española en contar con este servicio. El empresario José de Salamanca propuso en 1851 la creación de una conexión entre Madrid y Alicante mediante ferrocarril, con la opción de crear un ramal de 27 kilómetros que llegara a Toledo; y aunque esta parte del proyecto fue inicialmente rechazada, acabaría por aceptarse en 1856. La aparición del ferrocarril no solo supuso la definitiva instauración de la revolución industrial en Toledo, sino que ayudó a mejorar su economía a través del comercio y el turismo.
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