Enfrentamientos como los de Stalingrado, el Día D o las Ardenas fueron claves para llevar al mundo al final de la Segunda Guerra Mundial y el silencio de la paz.
Decía Albert Einstein que ‘la cuarta guerra mundial sería con piedras y palos’. Poco le faltó al bigotudo genio para dar en el clavo, porque el mundo que salió tras el mayor conflicto de la historia había visto el lado más terrible y brutal de la raza humana y era poco probable que fuesen a aguantar otra catástrofe así. La Segunda Guerra Mundial fue el síntoma visible de las políticas expansionistas del siglo XIX y de las consecuencias de la Gran Guerra. Una explosión vírica que llegaba en menos de una década desde el último baño de sangre. Una pandemia a nivel global cuyos combates y batallas acabaron con la vida de 62 millones de personas entre soldados y civiles.
Casi ochenta años después de la rendición de las fuerzas del Eje y el llamado ‘Día de la Victoria’, el conflicto sigue siendo uno de los más estudiados y su influencia se puede ver en series, películas, libros, videojuegos… La expansión prácticamente global de la guerra, las novedosas técnicas y estrategias empleadas y la variedad de frentes abiertos hacen de la Segunda Guerra Mundial el escenario perfecto para épicas historias de amor, coraje y lucha por la libertad que no dejan de teatralizar una parte de los hechos para remover conciencias. O para crearlas.
El cambio que se produjo entre la guerra de trincheras de 1914 y el ataque relámpago (Blitzkrieg) empleado por las fuerzas nazis provocó un sistema de conquista y combate mucho más dinámico, en el que cada día era una batalla contrarreloj. El perfeccionamiento de los nuevos tanques, aviones, submarinos o armas automáticas puso a los ingenieros de todo el mundo al servicio de las necesidades por causar el mayor daño posible y a la población civil y combatientes en un paredón del que era difícil escapar. Winston Churchill, ‘el buldog británico’ prometió a su pueblo sangre, sudor y lágrimas y amenazó con combatir "en cada calle y cada casa". Él lo dijo, pero todos lo imitaron. Estas son algunas de las batallas más importantes del conflicto. Enfrentamientos decisivos que fueron llevando al mundo entero hasta el final de la guerra y el silencio de la paz.
Invasión de Polonia
Fue la invasión de Polonia en 1939, por parte de los alemanes desde el oeste y de los soviéticos desde el este, la agresión que hizo que Gran Bretaña y Francia declararan la guerra a Alemania y diera comienzo el conflicto. Las tropas polacas, mal preparadas y con un armamento anticuado no tuvieron ninguna opción y la conquista del país se realizó en apenas unas semanas.
Bombardeo de Londres
Bautizada como ‘Operación León Marino’, las islas británicas fueron uno de los primeros objetivos de Hitler. Sabiendo de la superioridad de la Armada Británica, el dictador alemán centró sus esfuerzos en dañar a la población civil y destruir los recursos británicos mediante bombardeos constantes con la Luftwaffe. Durante este periodo, la aviación alemana y la RAF protagonizaron algunos de los enfrentamientos aéreos más impresionantes del conflicto. La férrea convicción de resistencia de Winston Churchill y la voz de Edward R. Murrow a través de la BBC fueron importantes soportes morales para que la población aguantase.
Batalla de El Alamein
Uno de los enfrentamientos más importantes que tuvieron lugar en el norte de África. Dividido en dos partes, los Afrika Korps liderados por ‘el zorro del desierto’ se enfrentaron a las tropas británicas del General Montgomery. Tras meses de enfrentamiento, el avance de las tropas del Eje se detuvo y perdieron la oportunidad de alcanzar su objetivo, la toma de Egipto.
Salvamento de Dunkerque
La pequeña ciudad de la costa norte francesa se convirtió en el escenario de uno de los rescates más impresionantes de la Segunda Guerra Mundial. Ante el avance de las tropas alemanas, los soldados británicos que estaban apoyando a Francia en el campo de batalla comenzaron a retroceder para poder retirarse a las islas. La fuerte presencia de la Luftwaffe alemana y la escasez de naves de transporte pusieron en riesgo este proceso. Finalmente, y gracias a la ayuda de barcos civiles, se pudo salvar a más de 350 000 soldados.
Resistencia y partisanos
Conforme los regímenes alemán e italiano ganaban fuerza y extendían su dominio, surgían disidentes en los territorios ocupados que se oponían a su dominio. Desde Francia, Italia, Polonia o Grecia, y prácticamente en todos los países ocupados, grupos de rebeldes armados se dedicaron a sabotear desde dentro al enemigo a la espera de una oportunidad de poder hacerle frente. La popular canción italiana Oh bella ciao se convirtió en un símbolo de esta lucha y recoge a la perfección el pensamiento de los partisanos.
Bombardeo a Pearl Harbor
Sin duda, un hecho clave en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. El ataque sorpresa de la aviación japonesa a la base naval de Pearl Harbor, en Hawaii, cambió radicalmente la opinión pública estadounidense y provocó que el Presidente Roosevelt entrara definitivamente en la guerra en 1941. La intervención estadounidense, que hasta entonces se había limitado a enviar suministros a Gran Bretaña, abrió un nuevo frente en el oeste de Europa que dificultó la acción alemana e italiana y aceleró el final de la guerra.
Batalla de Stalingrado
Considerada por muchos historiadores como la batalla clave de la Segunda Guerra Mundial en la que comenzó a mascarse la derrota de Hitler. La batalla de Stalingrado comenzó en agosto de 1942 y se prolongó durante seis meses en los que perdieron la vida unas 2 millones de personas entre ambos bandos. Las duras condiciones climatológicas y la fuerte resistencia de los defensores soviéticos provocaron que las tropas alemanas, prácticamente invictas hasta entonces, se retiraran. Es una de las batallas más sangrientas de la historia.
Batalla de Kursk
Tuvo lugar en 1943 y fue conocida como ‘Operación Ciudadela’, fue un último intento desesperado de los alemanes por recuperar sus avances en el frente este. Reunieron a sus más prestigiosos generales y su armamento más avanzado y lanzaron sus tanques contra las fuerzas soviéticas. Es considerada como la mayor batalla de tanques de la historia, ya que participaron alrededor de ocho mil blindados. Los soviéticos aplastaron a las fuerzas alemanas que no pudieron hacer otra cosa que seguir retrocediendo.
Desembarco de Normandía
El mítico Día D. El desembarco de tropas norteamericanas en las costas de Normandía que es considerada una de las grandes victorias de los aliados y el comienzo del fin del régimen nazi. Engañando a los espías alemanes para que defendieran otras posiciones, el ejército estadounidense llevó a cabo una operación anfibia como nunca se había visto hasta entonces y encerró a Hitler entre sus tropas de Francia, las que entraban por el sur de Italia y los soviéticos que se acercaban peligrosamente a Berlín.
Batalla de las Ardenas
En diciembre de 1944, las tropas alemanas avanzaron por esta región belga caracterizada por sus densos bosques para atacar por sorpresa a las tropas estadounidenses. A pesar del secretismo con el que se planeó y los recursos empleados por los alemanes, las tropas estadounidenses consiguieron frenar el avance enemigo y, más tarde, hacer que se retirara. Durante esta batalla se destaca la participación del General Patton, al mando del 3er Ejército.
Batalla de Iwo Jima
Batalla clave de la Guerra del Pacífico en la que Estados Unidos se enfrentó al ejército japonés por el control de las islas Iwo Jima y Okinawa. Comenzó en febrero de 1945, meses antes de la derrota alemana, y el triunfo de Estados Unidos les permitió hacerse con las pistas de aviación de las islas, desde donde dirigirían los ataques aéreos y bombardeos a las islas niponas. Tras el enfrentamiento se tomó la famosa fotografía de los marines levantando un mástil con la bandera norteamericana, una de las más reconocibles de la historia.
Liberación de París
Francia fue el primer gran aliado en caer contra los alemanes y París fue tomada por Hitler, dando lugar a un gobierno colaboracionista y a una resistencia clandestina encabezada por el General De Gaulle desde el exilio. En 1945, esa resistencia inició una sublevación contra los ocupantes alemanes junto a, entre otros refuerzos, republicanos españoles exiliados que conformaban la conocida como ‘la Nueve’.
Toma de Berlín
En abril de 1945, los ejércitos alemanes anunciaban su rendición frente a los Aliados. Pero antes de ese momento, Hitler había ordenado defender la capital alemana hasta el último suspiro. Encerrado en su búnker y con la idea del suicidio en la mente, el líder alemán se vio rodeado por las tropas soviéticas que entraban en una ciudad defendida por las juventudes hitlerianas, jóvenes sin experiencia que poco podían hacer contra los temibles batallones soviéticos.
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