La evolución de las civilizaciones humanas no puede entenderse por completo sin analizar el uso de sal, que no solo tiene una utilidad práctica en la conservación de alimentos, sino también ritual.
La sal es una sustancia mineral de gran importancia para la salud humana y animal, así como para la industria. Pero, además de las propiedades meramente químicas de la sal común (cloruro de sodio o NaCl), la sal ha acompañado a la humanidad desde sus inicios, y su utilización ha sido clave en el establecimiento de la humanidad como sociedad agrícola y ganadera, debido a su capacidad de conservación de los alimentos.
La salación de las carnes y los pescados es uno de los métodos de conservación más antiguos que existen. Su utilización, entre otras técnicas, permitió a las sociedades humanas disponer de almacenamiento de alimentos a largo plazo, y establecer poblados sedentarios, dejando de ser nómadas y estableciendo los primeros pasos de las civilizaciones humanas.
Desde hace siglos y en diferentes culturas, la sal se percibe como un mineral con una fuerte asociación a lo ritual, incluso a lo supersticioso, vertebrando algunas creencias humanas que perviven hasta nuestros días.
Hoy, las industrias de envasado de carne, elaboración de embutidos, curado de pescado y procesamiento de alimentos utilizan la sal como conservante o condimento o ambos. Se emplea para curar y conservar pieles y como salmuera para refrigeración.
En la industria química, la sal es necesaria para la fabricación de bicarbonato de sodio (bicarbonato de sodio), hidróxido de sodio (sosa cáustica), ácido clorhídrico, cloro y muchos otros productos químicos. La sal también se emplea en la fabricación de jabón, esmalte y esmalte de porcelana y entra en los procesos metalúrgicos como fundente (una sustancia que promueve la fusión de metales).
En invierno, cuando nieva y hiela se echan grandes cantidades de sal que, al contacto de esta con el hielo o la nieve, se disuelven (no se derriten), dejando transitables los caminos.
En esta galería, te ofrecemos un puñado de curiosidades históricas sobre la sal.
iStock
¿Cuándo comenzó a usarse la sal?
Desde la antigüedad la sal ha sido clave para el ser humano; tanto, que muchas poblaciones se asentaban cerca de los depósitos de sal para controlar su comercio. Los primeros europeos introdujeron el uso de la sal en algunas partes del hemisferio occidental y en la India.
iStock
La sal y los alimentos
El uso de la sal está íntimamente relacionado con el avance de la vida nómada a la vida sedentaria, agrícola y ganadera, en la que los seres humanos comprendieron la capacidad de la sal de conservar los alimentos. Los europeos introdujeron el uso de la sal en algunas partes del hemisferio occidental y en la India. Allí donde la gente vivía principalmente de leche y carne cruda o asada, los suplementos de cloruro de sodio se hicieron necesarios para que estos alimentos no perdieran sus sales naturales.
iStock
La sal como un elemento ritual
El avance de la vida nómada a la agrícola motivado por la sal fue un paso en la civilización que influyó profundamente en los rituales y cultos de casi todas las naciones antiguas. Se adoraba a los dioses como dadores de los frutos bondadosos de la tierra, y la sal solía incluirse en las ofrendas de sacrificio que consistían total o parcialmente en cereales. Tales ofrendas prevalecían entre los griegos y los romanos y entre varios pueblos semíticos.Durante una comida de sacrificio, las cualidades conservadoras de la sal la convirtieron en un símbolo peculiarmente apropiado de un pacto duradero, sellándolo con una obligación de fidelidad.
iStock
Rutas de la sal
En Europa, en los tiempos del Imperio Romano, se crearon rutas específicas para la distribución del preciado condimento. Así, la sal contribuye enormemente a nuestro conocimiento de las antiguas carreteras comerciales.
Una de las carreteras más antiguas de Italia es la Via Salaria (ruta de la sal) por la que se transportaba la sal romana a otras partes de Italia. Herodoto habla de una ruta de caravanas que unía los oasis de sal del desierto de Libia.El antiguo comercio entre el Egeo y la costa del Mar Negro en el sur de Rusia dependía en gran medida de las salinas (estanques para evaporar el agua de mar para obtener sal) en la desembocadura del río Dnieper y del pescado salado traído de este distrito.
iStock
Expresiones con ‘sal’
Debido a su significado ritual y a su gran utilidad en la conservación de alimentos, la palabra ‘sal’ adquirió connotaciones de alta estima y honor en lenguas antiguas y modernas. Por ejemplo, la confesión árabe ‘hay sal entre nosotros’, la expresión hebrea ‘comer la sal del palacio’ y la frase persa moderna namak ḥarām, ‘desleal a la sal’ (es decir, ingrato).En inglés, el término salt of the earth, ‘sal de la tierra’, describe a una persona que se tiene en alta estima. En castellano, ser una persona 'salada' o tener 'salero' implica gracia y desenvoltura.
Moneda de cambio
Las tortas de sal se usaron como dinero en Etiopía y en otras partes de África y en el Tíbet.En el ejército romano se concedía sal a los oficiales y hombres; en la época imperial, este salarium (de donde se deriva la palabra 'salario') se convirtió en una asignación de dinero por sal.
iStock
La sal y la superstición
En algunas culturas, como la griega, derramar la sal se percibía como un mal augurio. Esta superstición continúa hasta nuestros días. La costumbre de tirar un poco de sal por encima del hombro izquierdo cuando esta se derramaba pervive desde hace siglos.
iStock
Un símbolo de buena suerte
Sin embargo, otras culturas derraman sal como símbolo de buena suerte o para salvaguardarnos de los malos espíritus. Por ejemplo, en Japón se suelen rociar con sal los escenarios de, por ejemplo, los teatros, como medio de protección.
¿Cómo se obtiene la sal?
La sal común, o cloruro de sodio (NaCl) se consigue de diversas formas. La más conocida es por evaporación del agua, que da lugar a la sal marina o de manantial.Otra forma es mediante la extracción de una roca llamada halita, que se pulveriza y como resultado se consigue el condimento.Y por último también existe un método de conseguir sal a partir de plantas, en concreto de las gramíneas. Se hierven y se consigue sal, denominada sal vegetal.
iStock
Sigue siendo un lujo para muchos
En algunas partes de África central, la sal todavía es un lujo disponible solo para los ricos. Donde la gente vive principalmente de leche y carne cruda o asada (para que sus sales naturales no se pierdan), los suplementos de cloruro de sodio son innecesarios; los nómadas con sus rebaños de ovejas o rebaños de ganado, por ejemplo, nunca introducen la sal en sus comidas. Pero las personas que viven principalmente a base de cereales, verduras o carnes hervidas sí requieren de suplementos de sal.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE