Edificios reconvertidos en museos famosos
Inmuebles en los que antiguamente se fabricaba cerveza o mantas son, hoy en día, prestigiosos centros de arte reconocidos a nivel mundial.
Cuando se desmantela cualquier fábrica o edificio empresarial es habitual que se abandonen las instalaciones donde se llevaba a cabo la producción. En estos casos, suelen ser grandes extensiones de naves o amplios inmuebles que permanecen vacíos durante mucho tiempo. En la mayoría de los casos no vuelven a recuperar su actividad y permanecen vacíos. Aunque algunos sí que han conseguido renacer y existen algunos ejemplos de ello en varias ciudades europeas, donde se han recuperado edificios –en un estado ruinoso– para reconvertirlos en famosos centros de arte.
En la ciudad de la luz, París, se encuentran dos de los más importantes centros de arte del mundo: Museo del Louvre y Museo de Orsay. En ambos casos, los edificios que acogen hoy en día una ingente obra artística fueron utilizados para otras funciones cuando se erigieron. En el caso del Louvre, este antiguo palacio real fue la sede del poder político francés durante siglos. Sus orígenes se remontan al período medieval, su actual estructura ha evolucionado en diferentes etapas desde el siglo XVI en adelante. Si visitamos el Museo de Orsay vemos el esplendor de una estructura arquitectónica que delata su función anterior: estación de tren.
Del mundo industrial nació una de las galerías de arte más destacadas de la ciudad del Támesis, la Tate Modern. Asentada en una antigua central eléctrica, hoy en día conserva gran parte del carácter original del edificio.
También el CaixaFórum barcelonés ocupa un espacio industrial: una fábrica textil de principios del siglo XX. En Italia, la galería de arte llamada Hangar Biccoca (Milán) mantiene su aspecto industrial, pues fue una fábrica de construcción de boninas para los motores eléctricos de los trenes. Ahora se disfruta en él del mejor arte contemporáneo de Italia.
En Roma, su centro de arte contemporáneo es un espacio reconvertido donde antes se hacía cerveza.
En Rusia, el Hermitage antes de acoger hasta tres millones de piezas de arte fue residencia de los zares.

Museo de Arte Contemporáneo de Roma
Peroni, marca de cerveza italiana, cerró el edificio romano en 1974. Lo adquirió el consistorio de Roma y lo decidió a diferentes actividades de orden público hasta 2002. A partir de ese año, se convirtió en sede de un museo que acoge obras datadas desde 1960 hasta la actualidad.En la remodelación del edificio se buscó el equilibrio para integrar la estructura con la creación de nuevos espacios para la exposición.

Museo del Louvre
El Palacio del Louvre, que acoge el archiconocido museo, fue el centro del poder en la país galo, desde el medievo hasta el siglo XVII, cuando la corte de Luis XIV se trasladó a Versalles.

Museo Hermitage de Moscú
Uno de los museos más famosos del mundo fue residencia real de los zares. A partir de 1764, Catalina La Grande empezó a decorar las paredes de todas las estancias palaciegas con pinturas llegadas de diferentes partes del mundo. Con el triunfo de la Revolución Rusa la monarquía zarista desaparece y el palacio deja de ser residencia imperial, pero se abre como museo de obras de arte.

Galería de arte Hangar Bicocca en Milán
El edificio, situado en el interior de lo que fue la fábrica Ansaldo, originalmente estaba destinado a la construcción de bobinas para los motores eléctricos de los trenes; está formado por amplias salas de una nave que mantienen su aspecto industrial originario gracias a las cuales pueden llevarse a cabo instalaciones de notables dimensiones.Bautizado como el Hangar Bicocca, hoy es un dinámico espacio cultural dedicado al arte contemporáneo.

CaixaForum de Barcelona
Situado en Montjuïc, el edificio fue la fábrica propiedad de Casimir Casaramona i Puigcercós, industrial algodonero, especializado en la confección de mantas y toallas, que necesitaba un nuevo edificio para sustituir su antigua fábrica que había ardido. Construido en 1911, es claro ejemplo de modernismo catalán y fue nombrado patrimonio cultural en 1976.Se inauguro como centro cultural y museo de arte en 2002, después de una restauración en la que se respetó al máximo la arquitectura, materiales y colores originales.

Galería de arte londinense Tate Modern
El Museo de Arte Contemporánea de Londres se ubica en la antigua central eléctrica de Bankside. Durante la renovación del espacio para convertirlo en un centro de arte, se retiró la maquinaria y la estrucutra de acero original.

Museo de Orsay en París
El edificio de la estación ferroviaria de Orsay se construyó con motivo de la Exposición Universal de París de 1900 y funcionó hasta 1939. Tras muchos años sin actividad, en 1980 se decidió restaurarla para convertirla en Museo, que alberga la mayor colección de obras impresionistas del mundo.

The Jewish Museum, Berlín
A diferencia del Museo del Louvre, la intervención deconstructivista de Daniel Libeskind en 1988 en el Museo Judío barroco original de Berlín constaba de dos edificios aparentemente separados que solo estaban conectados de forma invisible bajo tierra. Sí que respetó el edificio más antiguo, pero la intervención adyacente del mismo representa una nueva interpretación simbólica de la historia judía después del Holocausto, que ocurrió después de la construcción del edificio barroco.