El cielo se abrió. El mismísimo río Estigio llovía sobre la tierra mientras esta se rompía y separaba. Su poderío militar de nada servía ahora, ni su sabiduría o riqueza. Los barcos se estrellaban contra las olas y saltaban en mil pedazos mientras los rayos celestiales derruían templos, hogares y palacios. Poseidón, su padre, les había abandonado. Zeus les despreciaba y estaba descargando toda la ira del Monte Olimpo sobre ellos. Cuando la mismísima tierra escupió fuego, cubriéndolo todo con una nube negra, y el agua comenzó a subir lo comprendieron. Aquel era el final de la Atlántida.
La gran isla de la Atlántida, oculta para el mundo pero presente en el ideario de todos los pueblos desde hace miles de años, es uno de esos grandes misterios por los que la curiosidad humana tiene debilidad y que la obliga a investigar y divagar a partes iguales. Con base en dos de los últimos diálogos de Platón, son muchas las teorías y creencias que rodean a la supuesta civilización. Como el monstruo del Lago Ness, el triángulo de las Bermudas o El Dorado, la Atlántida ha mezclado los hechos históricos y la fantasía humana hasta crear un mágico lugar que aguarda a que un valiente aventurero lo encuentre.
La localización de la legendaria ciudad de Troya en 1882 hizo que las olvidadas ruinas de la Atlántida volvieran a estar presentes en las ansias de tanta gente y fue entonces cuando surgieron los primeros textos que popularizaron el mito. Decenas de autores construyeron, ladrillo a ladrillo, diferentes versiones de la desaparecida isla que alimentaron a la vez las creencias de grandes masas de gente. Desde avanzadísimas tecnologías, contactos con alienígenas o mundos acuáticos habitados por sirenas y tritones; la Atlántida ha ido deformando su historia hasta convertirse en el conejo blanco al que seguir por la madriguera.
Mientras las investigaciones científicas, históricas o arqueológicas y las sesiones de esoterismo y teorías paranormales siguen discutiendo sobre el lugar de reposo, naturaleza y causas de la destrucción de la Atlántida, esta seguirá siendo un importante elemento popular que todos podemos disfrutar y que nos permite soñar e imaginar con mundos perdidos, dioses furiosos y civilizaciones condenadas. Hay misterios que tal vez nunca sean resueltos e incluso que es mejor que queden sin respuesta; misterios que aportan algo de magia a la vida.
¿Qué sabemos y no sabemos sobre ese paraíso destruido por los dioses y olvidado bajo las frías aguas del tiempo?
Los textos de Platón
La única mención que se ha encontrado en la Antigüedad de la Atlántida, en la que se basan todas las leyendas posteriores, se encuentra en los textos de Platón Timeo y Critias. En estos diálogos del siglo IV a.C. se describe la guerra entre la Atenas pre-helénica y la civilización atlante. La Atlántida es descrita como una isla situada más allá de las columnas de Hércules y “más grande que Libia y Asia Menor juntas”. Su poderío fue tal que llegó a dominar toda Europa y el norte de África hasta que fue derrotada por los ejércitos atenienses. Tras esto, un cataclismo descomunal hizo que desapareciera “en un solo día y una noche terrible”.
La isla de Atlas
El nombre de la Atlántida viene del griego antiguo ‘Ἀτλαντίς νῆσος’, que significa literalmente ‘isla de Atlas’. El texto en el que aparece mencionado, el Critias de Platón, se refiere a Atlas como el primer rey de la Atlántida, hijo de Poseidón y la mortal Clito. Al ser el primogénito de de diez hermanos, cinco pares de gemelos, recibió la isla más grande y más próspera para gobernar en ella como rey. Comparte nombre con el titán Atlas, responsable de cargar con los cielos sobre su espalda.
El padre de la Atlántida actual
Durante la Edad Media, la leyenda de la Atlántida fue considerada como un relato o alegoría a la grandeza de la Grecia de Platón, pero en el siglo XIX el mito fue ganando importancia y muchos empezaron a verlo como una realidad. El escritor y político estadounidense Ignatius Donnelly publicó en 1883 La Atlántida: el mundo Antediluviano, en el que establecería la mayoría de leyendas que hoy perduran sobre la isla, como la avanzada tecnología de la que disponía esa civilización.
Una aguja en un pajar
La popularización del mítico lugar ha hecho surgir todo tipo de teorías sobre las coordenadas en las que se encontraría la isla hundida bajo el mar. Desde la actual Santorini, el Gran Valle del Grift en Israel o el altiplano boliviano hasta Dinamarca, Indonesia o toda Europa; cada autor convierte la Atlántida en una isla tipo Perdidos capaz de desplazarse de una punta del mundo a la otra. La opción más popular es la de Santorini y la civilización atlante sería una deformación de la cretense.
Atlántida marca España
Otra de las hipótesis que más se escuchan sobre el lugar de descanso de la Atlántida es que la isla se encontraría en España, concretamente en el Coto de Doñana, en Huelva. Son numerosos los autores españoles y extranjeros que defienden esta hipótesis e incluso National Geographic, en 2011, emitió un documental en el que volvía a plantear esta solución al misterio.
Cataclismo natural
Las afirmaciones que hizo Platón en sus textos sobre la destrucción de la Atlántida en un día y una noche han llevado a pensar que la isla se hundió bajo las aguas del mar debido a un terremoto, tsunami o erupción volcánica. Esta línea de investigación ha hecho que muchos sitúen la Atlántida en las costas del Egeo, frente a Santorini. En 1640 a.C. el volcán de la isla de Thera entró en erupción y provocó un tsunami que barrió las costas; por lo que este momento se suele relacionar con la supuesta destrucción de la isla.
La cólera de los dioses
Junto a las investigaciones científicas y arqueológicas aparecieron también teorías que se basan más en la mitología y las leyendas que en los hechos. El Timeo de Platón afirma que los atlantes se convirtieron en un pueblo ambicioso y soberbio que intentó expandirse por Europa y Asia. Cuando fueron derrotados por los antiguos atenienses, los dioses decidieron castigarles pero el relato acaba cuando Zeus está decidiendo cuál será el precio a pagar.
Los que nos precedieron
Existen muchas teorías que afirman que los atlantes serían una raza superior, previa a todas las demás culturas antiguas y de la que estas descenderían. Otras directamente creen que los atlantes fueron la base para una hibridación entre alienígenas y ellos mismos que dio lugar a la especie humana actual. Todas estas teorías parecen intentar sostener la existencia de una civilización previa que contaba con enormes avances tecnológicos y cuya destrucción provocó la aparición de los primeros pueblos primitivos. Una hipótesis similar es expuesta en la saga de videojuegos Assassins Creed.
Los atlantes
Los atlantes fueron descritos como hombres y mujeres perfectos, al estilo de semidioses como Hércules o Perseo. Las mejores cualidades, físico e intelecto les convertirían en una civilización muy poderosa que algunos autores han intentado enlazar con la raza aria. El líder nazi Heinrich Himmler organizó en 1938 una expedición al Tíbet con el objetivo de encontrar a los descendientes de los atlantes.
El Congreso de las Hipótesis sobre la Atlántida
En 2005, la isla griega de Milo celebró el Primer Congreso de las Hipótesis sobre la Atlántida, en la que se reunieron más de treinta profesores universitarios, investigadores y profesionales de distintas áreas. El objetivo de este congreso no era descubrir el paradero o la existencia de la Atlántida, sino analizar las distintas teorías existentes para poder comprender de dónde proceden y en qué se basan.
¿Mito o realidad?
Los textos surgidos durante el Romanticismo fueron los principales responsables de que la Atlántida recuperase la fama perdida y que muchos soñadores afirmaran que existe realmente e incluso que guarda inmensos tesoros y respuestas para conocer el origen de la humanidad. Mientras, otros ven en los textos de Platón, de los que parten todos los demás, un mensaje similar al que dio Tomás Moro en Utopía. La Atlántida es una metáfora del mundo ideal creado por Platón que acabó por ser sustituido por su amada Atenas.
Literatura y ficción
El halo de misterio y la falta de respuestas que envuelven a la Atlántida la han convertido en un escenario perfecto para dejarse llevar por la imaginación. Decenas de libros como El laberinto de la Atlántida de Álvaro Bermejo, videojuegos tipo God of War o películas y series como el largometraje de Disney Atlantis: el imperio perdido existen precisamente por la riqueza que cubre al mito de la Atlántida.
20.000 leguas de viaje submarino
La novela de Julio Verne es una referencia de la literatura del siglo XIX. Adelantado a su tiempo (otra vez) Verne planteó una emocionante travesía a bordo del submarino Nautilus para descubrir los secretos del océano. Durante tres capítulos, el capitán Nemo y su tripulación visitan las ruinas de la antigua ciudad atlante.
Aquaman y Namor
Primero Marvel creó al príncipe submarino Namor (1939) y muy poco tiempo después apareció Aquaman en las páginas de DC Comics (1941). Ambos personajes resultan ser mestizos de humano y atlante y reyes responsables de la seguridad de su pueblo. La existencia de Wonder Woman en el universo DC, hija de Zeus y fuertemente relacionada con la mitología griega, hacen que la versión de la Atlántida de Aquaman tenga más presentes las leyendas de Platón y el mundo clásico hundido bajo el mar.
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