¿Cómo sabe el cuerpo que debe dejar de crecer?
El crecimiento de la mayoría de los tejidos corporales está bajo control del factor de crecimiento 1 análogo a la insulina (IGF-1), hormona segregada por las células cartilaginosas para estimular a nivel local el crecimiento del hueso, aunque también es producida en el hígado y liberada al torrente sanguíneo. En este último caso, la IGF-1 aparece condicionada por otras hormonas, como la del crecimiento o HGH producida por la pituitaria. Ésta es la vía más probable por la que la HGH induce el aumento de peso y tamaño corporal. Las hormonas sexuales juegan un papel importante: la testosterona y los estrógenos interfieren en la secreción del IGF-1. Si su nivel corporal se eleva, el cerebro frena la producción de hormona del crecimiento.