¿Venimos todos de un ancestro común?
Todo parece indicar que así es. Gran parte de nuestro genoma proviene de bacterias y virus, el cromosoma 16 del ratón se diferencia del humano en sólo un 2,5% y, además, compartimos el 30% de nuestros genes con la sequoia. El estudio del patrimonio genético nos conduce a la inevitable conclusión de que todos los seres vivos poseen un mismo antepasado común. De hecho, gracias a los relojes moleculares se puede estimar en qué punto de la historia dos especies empezaron a evolucionar separadamente.