Muy Interesante

¿Qué pasa en tu cerebro cuando te ofrecen un suculento pastel?

Normalmente, si de forma racional consideras que el pastel que te ofrecen no es el bocado más saludable para ti, tu corteza prefrontal intentará que venza el autocontrol y lo rechaces con un "No, gracias". Pero imagina que te brindan un apetitoso dulce tras llevar toda el día de reunión en reunión, estudiando, o simplemente sometido a demasiado estrés. En ese caso la corteza prefrontal, agotada por tanto esfuerzo, no tendrá energía suficiente para vencer la tentación.

Normalmente, si de forma racional consideras que el pastel que te ofrecen no es el bocado más saludable para ti, tu corteza prefrontal intentará que venza el autocontrol y que lo rechaces con un sencillo "No, gracias". Pero imagina que te brindan un apetitoso dulce tras llevar toda el día de reunión en reunión, estudiando para un examen, o simplemente sometido a demasiado estrés. En ese caso, la corteza prefrontal, agotada por tanto esfuerzo, no tendrá energía suficiente para vencer la tentación.

Además, en condiciones de estrés, bastará con ver la comida para que aumente tu concentración sanguínea de la grelina, también conocida como hormona del hambre, y por lo tanto tu apetito. Si a esto se suma que has pasado demasiadas horas sin llevarte nada a la boca y que a tu cerebro le falta azúcar -su único combustible-, las neuronas del hipotálamo harán que se hiperactiven las señales de las áreas relacionadas con la recompensa, liberando opioides naturales que actúan de manera similar a la heroína y hacen que aumente el placer que causa saborear un dulce, a la vez que le "tapan la boca" a la corteza prefrontal para que el resto del cerebro no escuche sus órdenes. Y así, desde luego, no hay quien se resista.

La ventana a un mundo en constante cambio

Muy Interesante

Recibe nuestra revista en tu casa desde 39 euros al año

Suscríbete
Suscripciones a Muy Interesante
tracking