Muy Interesante

El valle de Alcudia en Ciudad Real, La Serena en Badajoz, Los Monegros entre Zaragoza y Huesca, además de distintas zonas de Andalucía, padecen todos los años plagas de langosta marroquí (Dosciostaurus maroccanus) aunque su repercusión es de baja incidencia. Estas plagas endémicas se reproducen debido a la imposibilidad de la Administración de combatirlas en ciertas zonas, con insecticidas químicos o fitosanitarios, por formar parte de la dieta de aves rapaces en peligro de extinción, como el cernícalo primilla. Las langostas ponen sus huevos en otoño, que permanecen latentes en invierno y eclosionan en primavera. Luego, las larvas metamorfosean en langosta o fase voladora, que es cuando se transforma en un insecto temible por su facilidad de desplazamiento, que dificulta el control de las invasiones. Tras un periodo que oscila entre cuarenta y noventa días, en los que se produce la fecundación y puesta de los huevos, mueren los adultos y vuelve a empezar el ciclo biológico.





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