¿Para qué sirve un bosque?
Se calcula que en el planeta existen alrededor de 3.870 millones de hectáreas de bosques; el 95% corresponde a zonas boscosas naturales y el 5% restante, a plantaciones forestales.
Se calcula que en el planeta existen alrededor de 3.870 millones de hectáreas de bosques; el 95% corresponde a zonas boscosas naturales y el 5% restante, a plantaciones forestales. Un bosque es una zona abierta que se caracteriza por la presencia de árboles y la ausencia de otros usos del terreno.
En los bosques se producen intercambios de materia y energía con el medio. Gracias a ello, estos ecosistemas utilizan la energía del Sol y el CO2 de la atmósfera para producir madera. Los bosques desempeñan además importantes funciones ecológicas como la regularización del equilibrio hídrico y del clima y la prevención contra la erosión del suelo. Por otro lado, protegen la biodiversidad, proporcionan madera, leña, retienen el carbono y frenan el cambio climático, generan empleo y son un lugar de esparcimiento y ocio para la población de las grandes urbes, cada vez más alejada de la naturaleza.
Sin embargo, para que un bosque funcione correctamente es necesario que todo su conjunto, es decir, suelo y masa arbórea, se encuentren en un estado óptimo.