¿Qué papel desempeñaban las mujeres en la Orden del Temple?
Aunque la vía cotidiana de los templarios debía estar presidida por el silencio, la discreción y las oraciones, lo cierto es que en las encomiendas grandes había bullicio y mucha actividad entre los trabajadores que servían a los caballeros.
Aunque la vía cotidiana de los templarios debía estar presidida por el silencio, la discreción y las oraciones, lo cierto es que en las encomiendas grandes había bullicio y mucha actividad entre los trabajadores que servían a los caballeros.
Entre ellos había muchas mujeres que hacían las labores domésticas, sobre todo en las cocinas y lavando la ropa. Asimismo, en la península Ibérica, las mujeres tenían unos derechos de propiedad más amplios que en el resto de Europa occidental, por lo cual estaban mejor situadas que otras europeas para fundar los conventos y disponer de su dinero.
Los valedores de la cruz no despreciaron a unas damas con tanto patrimonio en sus manos. El Temple, sobre todo en la Península, permitió que algunas mujeres vivieran en estancias separadas en los conventos y las fortalezas. En documentos del siglo XIII aparece una mujer asociada al Temple que vivía en la encomienda de Barbará (Tarragona). En Inglaterra, las mujeres casadas no tenían ningún control sobre sus propiedades, por lo que fueron rechazadas por la Orden.
Más información sobre el tema en el artículo La lucha por Jerusalén, escrito por Fernando Cohnen. Aparece en el último monográfico de MUY HISTORIA, dedicado a los templarios.
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