El imperio de los algoritmos

La cantidad de información a la que estamos expuestos resulta inmanejable. Para lidiar con ella, los algoritmos permiten encontrar y analizar las relaciones entre muy distintos datos.

De este modo se pueden hallar las soluciones que mejor resuelven un problema, ya sea averiguar las inquietudes de unos potenciales telespectadores para diseñar una serie a medida de sus gustos o encontrar la ruta más adecuada entre dos distantes estaciones de metro.

De hecho, restos, divisiones y multiplicaciones son algoritmos matemáticos sencillos, pero los hay extraordinariamente complejos.

 

Se encuentran, por ejemplo, en el corazón de los Real Time Crime Centers de los departamentos de Policía de Nueva York y Houston, en EE. UU., donde se recopilan todo tipo de informes que facilitan a los agentes identificar patrones delictivos y prevenir robos o asaltos.

También, en muchos sistemas de seguridad, como los generadores de claves criptográficas que aumentan la protección de las aplicaciones basadas en internet. Los hay, incluso, que permiten identificar la canción que una persona está escuchando a partir de su actividad cerebral, como ha demostrado un equipo de neurocientíficos daneses y fineses.

Más información sobre el tema en el reportaje Pon un algoritmo en tu vida, en el número 395 de Muy Interesante, escrito por Lucía Caballero.

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