Las comunidades indígenas, las grandes afectadas por los conflictos ambientales
El 9 de agosto es el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
La revista Nature Sustainability acaba de publicar un artículo que revela que el número de activistas ambientales asesinados no ha dejado de crecer en los últimos 15 años, y el 40% de los mismos son indígenas que defienden sus tierras frente a agresiones externas.
Los resultados del trabajo también indican que, en los años analizados (2012-2017), han muerto un total de 1.558 personas que lideraban protestas por conflictos ambientales, una cifra que supera al número de soldados británicos y australianos muertos en zonas de guerra en el mismo periodo de tiempo.
Otro informe recientemente publicado por la organización Global Witness alertaba de que en 2018 fueron asesinadas más de tres personas por semana por defender su tierra y el medio ambiente. Además de las muertes, hay que tener en cuenta que muchas personas son criminalizadas y amenazadas por el mismo motivo, como contaba la activista ambiental Sonia Sánchez en una entrevista con Muy Interesante.
Las regiones más peligrosas para luchar por los derechos medioambientales son Centroamérica y Sudamérica: en Guatemala, por ejemplo, en tan solo 12 meses se han quintuplicado los asesinatos de líderes ambientales. Estas muertes están relacionadas con conflictos por el uso de los recursos naturales, en su mayor parte relacionados con la agricultura, la minería y las grandes hidroeléctricas. El fracking o fractura hidráulica es otro negocio que también está empezando a generar grandes conflictos, como por ejemplo en muchas zonas de México. Estas iniciativas cuentan, en numerosas ocasiones, con el apoyo gubernamental e incluso judicial, y en los países con más problemas de corrupción los líderes ambientales tienen muchas más probabilidades de ser asesinados. Muchos de estos crímenes, además, quedan impunes.
El derecho a la tierra
“Aunque la evidencia es cada vez mayor de que los territorios indígenas son igualmente o más efectivos para conservar los bosques que las áreas protegidas administradas por el Estado, la continua falta de derechos, la represión y la marginación y la liberalización de la inversión externa significa que estos grupos están más sujetos a la violencia con impunidad”, señalan en el trabajo publicado en Nature Sustainability.
Según sus datos, los pueblos indígenas gestionan o tienen derechos sobre al menos 38 millones de kilómetros cuadrados a nivel mundial, lo que supone una cuarta parte de la superficie terrestre que se solapa con cerca del 40% de las áreas terrestres protegidas o paisajes ecológicamente intactos.
Con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra en todo el mundo el 9 de agosto, la organización Alianza por la Solidaridad recuerda que el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas ni siquiera se está aplicando en países donde se ha ratificado. La entidad cita como ejemplo el caso de las comunidades indígenas afectadas por la hidroeléctrica RENACE sobre el Río Cahabón, de Alta Verapaz (Guatemala). Aunque un fallo judicial obliga a realizar una consulta popular, esta aún no se ha efectuado, pese a que la obra ya está prácticamente terminada (en la foto superior vemos a Ana Rutilia Ical, defensora de la tierra que interpuso el recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia y que ahora es objeto de acosos y campañas de difamación contra ella y sus hijas)

hidroeléctrica RENACE
El caso del líder maya Bernardo Caal Xol
Dentro del mismo caso de la hidroeléctrica RENACE, Alianza por la Solidaridad ha recordado, además, el caso de Bernardo Caal Xol, un líder maya que lleva preso en Cobán (Guatemala), desde hace más de año y medio. Caal Xol lideró la defensa del río Oxec y del río Cahabón en Alta Verapaz. La entidad destaca que varias fases de las obras de la hidroeléctrica RENACE, que afectan a más de 29.000 personas pertenecientes al grupo maya q’qechí, han sido realizadas por el grupo empresarial español Cobra (ACS). Alianza, que documentó el expolio de este río, mantiene activa una campaña exigiendo la inmediata liberación de Bernardo.